El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, aseguró que, si Hamás no libera rehenes el sábado, habrá una nueva guerra en Gaza que permitirá ejecutar los planes para la Franja del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien defendió desplazar a su población a otros países.
"La nueva guerra en Gaza será distinta en intensidad de la anterior al alto el fuego y no terminará quitando el poder de decisión a Hamás y la liberación de los rehenes, sino que también permitirá realizar la visión del presidente Trump de Estados Unidos, sobre Gaza", dijo Katz en un comunicado.
El titular de Defensa se expresó en estos términos en una visita a la División de Operaciones del Ejército, a la que acudió para asegurarse de que las tropas "están debidamente preparadas para reanudar la guerra en Gaza".
"Si Hamás no libera a los rehenes israelíes antes de Shabat (el sábado), las puertas del infierno se abrirán sobre ellos, tal y como prometió el presidente estadounidense", añadió Katz.
Así parafraseó el ministro al magnate, quien amenazó el lunes con que se desate "el infierno" en Gaza después de que Hamás suspendiera el intercambio de rehenes israelíes por prisioneros palestinos del sábado, acusando a Israel de violar el acuerdo de alto el fuego.
Según Katz, el acuerdo tenía por objetivo la rápida liberación de quienes permanecían cautivos en Gaza, 94 secuestrados del 7 de octubre más tres personas capturadas con anterioridad, de los cuales 33 iban a salir del enclave durante la primera fase de la tregua, que llegaría a su fin con el inicio de marzo. Hasta el momento, 21 han vuelto a Israel durante la tregua.
"Si Hamás deja de liberar a los rehenes, entonces no hay acuerdo y hay guerra", sentenció.
El martes por la noche, tras cuatro horas reunido con el gabinete de Seguridad israelí, Netanyahu anunció su decisión de retomar la guerra si el canje no se producía.
Arremetida de Abás
En la contraparte, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, aseguró que "Palestina no está en venta", en un mensaje de agradecimiento luego de que las autoridades de Jordania y Egipto plantearan su oposición al plan de deportación de gazatíes propuesto por el presidente de EE.UU., Donald Trump.
"Nuestro pueblo está comprometido con permanecer en su tierra en Gaza, Cisjordania y Jerusalén. Palestina no está en venta", zanjó Abás, según un comunicado divulgado por la agencia oficial palestina de noticias, Wafa.
"Valoro las valientes posiciones fraternales de la República Árabe de Egipto, el Reino de Arabia Saudí, el Reino Hachemita de Jordania y todos los países hermanos y amigos, que rechazaron los proyectos para desplazar a nuestro pueblo y anexar sus tierras", continuó Abás, al frente de la ANP que solo gobierna en partes muy limitadas de Cisjordania ocupada, mientras que Hamás lo hace de facto en Gaza.
Por su parte, Hamás celebró también en un comunicado las posiciones egipcias y jordanas y la existencia de un plan árabe de reconstrucción, y reiteró que lo que Trump busca es "borrar la identidad" y poner fin a la causa palestinas.
"Afirmamos que nuestro pueblo seguirá comprometido con su tierra y su patria y no aceptará ninguna solución que menoscabe sus legítimos derechos a la libertad y la independencia", urgió el movimiento islamista.