Ya hemos conversado que nuestra región tiene desafíos enormes que la proyectan a un futuro próspero. Rápidamente: 1. Desarrollo de Hidrógeno Verde con un menor costo de producción. 2. En medio de crisis por cambio climático y cuando se requiere avanzar hacia la electromovilidad nuestra región produce Cobre y Litio. 3. El desarrollo aeroespacial en creación de satélites y de observación astronómica se potencia gracias a los cielos más limpios que hay nuestra región y 4. Los productos alimenticios de Brasil, Argentina y Paraguay pueden salir al oriente por los puertos de nuestra región gracias al corredor bioceánico.
Ante tales desafíos que permitirían la diversificación de la matriz económica de nuestra región y, por tanto, nuevas oportunidades de desarrollo para nuestros hijos e hijas, ¿estamos preparándonos para los nuevos desafíos por enfrentar? Pareciera que no.
Y lo digo con desazón, pues sé que esto incomodará a muchos. Pero la verdad es que en las conversaciones cotidianas no se escuchan diálogos que apelen a los desafíos que tenemos por delante. Es cosa de ver las opiniones publicadas en este medio. Columnas que son circunloquios llenos de citas para decir lo mismo de siempre: la política es mala. Otras opiniones que solo desean recordarnos, una vez más, lo mala que ha sido la minería con la región y renglón seguido otra columna para defender que la minería sí ha sido buena. Repetimos los temas, los modos y poco avanzamos en propuestas.
¿Por qué siempre hablamos los mismos? ¿Por qué no escuchamos la opinión de nuevas voces? Voces que vengan a desafiar lo establecido y que representen el futuro que ellos mismos deben encarar.
Soluciones para chancadores, correas transportadoras, que hacen a la minería perder millones de dólares, deben sin duda tener una solución desde la zona, desde quienes conocen las problemáticas, así como mejorar la sostenibilidad ,proteger los acuíferos, la calidad del aire y la fauna; son necesidades que requieren nuevas voces para resolverse y no estoy descartando a quienes hemos ganado algo de experiencia con los años.
Aristóteles sostenía que la virtud es el justo medio entre los dos extremos. Hay que escuchar las voces de siempre, pero también hay que dar espacio a las nuevas voces de nuestra región, que son las voces que han faltado.
Cristina Dorador, Nadac Reales, Eduardo Unda, Vilma Magnata, entre otros; sin duda suenan hoy más que antes , ¿pero cuántas más Cristinas o Eduardos tenemos en la región que no tienen voz? ¿cómo nos involucramos cada uno de nosotros en darles ese espacio para que puedan desarrollar y difundir las soluciones de futuro que esta región requiere hoy día.
Albert Einstein decía que "no podemos resolver problemas pensando de la misma manera que cuando los creamos". Parece una frase lógica y razonable, hagámosla realidad escuchando nuevas voces, presten especial atención a los "Líderes 2025: orgullo de ser de Antofagasta" con ellos podremos enfrentar los nuevos desafíos.