En la Región de Antofagasta se contaban 153.654 morosos a diciembre del 2024. Y si bien hubo una disminución del 3,3% 12 meses, equivalente a una salida de 1.783 personas endeudadas, la tasa de morosidad sigue entre las más altas del país.

Específicamente, Antofagasta fue la segunda región con la tasa de morosos más alta del país, con un 28,2% de la población mayor de 18 años con deudas impagas. Este resultado es solo una parte del 47° Informe de Deuda Morosa, elaborado por la Universidad San Sebastián (USS) y Equifax.

De este modo, a pesar de que el porcentaje cayó 1,2 puntos porcentuales en un año, Antofagasta se encuentra superada solamente por Atacama en el nivel de personas endeudadas (ver recuadro). Y, además, se encuentra por sobre el promedio país, que alcanzó un 25,1% en 2024, de acuerdo con el informe de la USS y Equifax.

Lo anterior se añade a los altos niveles de desocupación a nivel regional. En el último boletín del INE, la región alcanzó un 8,6% en este indicador en el trimestre móvil octubre-diciembre del año pasado, 0,4 puntos porcentuales más en comparación al periodo anterior.

Montos y promedios

¿Cuánto deben los antofagastinos? Según los datos del informe, la región acumula una deuda de US$428 millones, cayendo 0,9% si se compara con el 2023. No obstante, el promedio de mora fue de $2.760.937, la cifra más alta entre las regiones, y que creció un 2,5% entre 2023 y 2024.

Desglosado por comunas, Tocopilla es la ciudad con más morosidad, con un 33,4% de la población mayor de 18 años con deudas. Luego viene María Elena, con 31,2%, y Calama con 28,6%. ¿Qué pasa con la capital regional? Antofagasta alcanzó un 27,6%, con un total de 93.885 deudores.

Si se habla de montos, el orden cambia. Antofagasta pasa a ser la localidad con mayor monto moroso: US$256 millones. Atrás está Calama, con US$130 millones y Tocopilla, con US$14 millones.

En cuanto a la capital loína, la ciudad tuvo el monto promedio más alto adeudado, alcanzando los $3.084.771, En segundo lugar se encuentra San Pedro de Atacama, promediando una mora de $3.032.681, y en el tercer puesto Antofagasta, alcanzando una mora promedio de $2.701.380.

Poder adquisitivo

Alejandro Weber, decano de la Facultad de Economía y Gobierno de la Universidad San Sebastián, recuerda que "Recordemos que la morosidad depende de cuántos recursos permanentes tienen las familias para financiar sus deudas y de cuánta capacidad tienen para acceder al crédito".

En esa línea, complementa Weber, el poder adquisitivo de Antofagasta juega un papel primordial. "El poder adquisitivo de la Región de Antofagasta es mayor al promedio del país, lo que explica en parte que su morosidad sea también mayor. La mayor mora promedio de Calama es un reflejo del mayor poder adquisitivo de la comuna".

"Con todo, es necesario retomar mayores niveles de crecimiento económico para que la reducción de la morosidad se produzca por una mayor capacidad de las familias para generar ingresos permanentes", sostiene el académico.

Mientras, Víctor Salas, economista y académico de la U. de Santiago, resalta que la morosidad decayó a nivel nacional en 1,1 puntos porcentuales desde 2023, aunque también ha crecido el monto de la deuda, llegando a a $8.921 millones en diciembre 2024.

En cuanto al comportamiento de Antofagasta, Salas coincide en que se asociaría a "la posibilidad de endeudamiento que tienen los trabajadores de la región, por los altos niveles de rentas de la minería".

Sin embargo, también subraya que "esta mayor morosidad puede estar explicada por los bajos niveles de actividad que entre 2023 y 2024 tuvo el sector minero de la región y del país, el que recién a fines de año y en enero 2025 se ha reactivado".

Con todo, Salas menciona que el país estuvo estancado en 2023, "y el PIB creció al 0% ese año. Mientras que en 2024 tuvimos una recuperación que nos llevó a una magra tasa de crecimiento, del orden del 2%, manteniendo este último estancado en el nivel de Producto".

Además, añade el experto, "a nivel macro, también la situación de la tasa de desempleo que afectó a todo el país, que se mantuvo en el orden de 8,5% y 8,7% durante estos últimos años y que solo en los meses recientes ha tendido a bajar, pero solo a 8,2%, lo que sin duda afecta los ingresos de los trabajadores y sus capacidades de pago".