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Formalidades
Quienes hemos tenido la suerte y la dicha de conocer y pertenecer al mundo del derecho, reconocemos y validamos la presencia de formalidades en las actuaciones de mayor trascendencia en la vida de los seres humanos.
Es esa capital importancia lo que explica las formalidades que acompañan, por ejemplo, el otorgamiento de un testamento, la celebración de un matrimonio o la transferencia del dominio de una propiedad. De otra parte, tengamos presente que cuando se abandonan las formas es porque la institución que acompañan y resaltan ha dejado de ser suficientemente valorada.
Me pregunto si el ejercicio de la Primera Magistratura de la República no merece ser desempeñado con especial rigor y honrarla con las formalidades propias de su importancia, historia y tradición. Mi respuesta es que sí, y por ello me parecen inapropiados para su ejercicio el pantalón corto o la bicicleta.
Honrando, estaremos preservando nuestras instituciones republicanas.
Francisco Bartolucci Johnston
Licitación afiliados antiguos
La propuesta previsional de licitar carteras de afiliados antiguos es una propuesta secundaria que no incide en un aumento de las pensiones futuras y que hoy está generando un estancamiento en la discusión, más que centrarse en puntos relevantes, como el aumento de la tasa de cotización mensual, incentivos al retraso de pensión, etc.
El tiempo juega en contra a la reforma previsional, y sin sacar adelante los nudos de la discusión, simplemente no habrá reforma en este Gobierno.
La licitación de afiliados antiguos buscaría, supuestamente, una mayor competencia en comisiones, logrando que estas disminuyan, pero hoy eso es posible con una mayor educación previsional mediante herramientas simples que muestren las diferencias entre rentabilidad, costo y calidad de servicio entre todas las AFP, lo cual puede ser liderado desde la Superintendencia de Pensiones o por expertos previsionales que les interese una mayor competencia en la industria. La inercia no es argumento suficiente para tratar a los afiliados como rebaño, coartando su libertad individual, tal como ocurriría con dicha licitación de stock.
Eduardo Jerez Sanhueza
Publicidad y Halloween
En el contexto de Halloween, un evento que involucra principalmente a los menores de edad, nos parece oportuno recordar los principios éticos a tener en consideración cuando la publicidad está dirigida a este público en particular. Si bien esta fecha puede ser una ocasión divertida y creativa para los niños, también representa una oportunidad para demostrar un compromiso ético con la comunicación y su difusión.
La publicidad destinada a un público infantil debe ajustarse siempre a la edad y madurez de la audiencia, tal como lo indica el Código de Ética Publicitaria del Conar. Esto significa que las caracterizaciones no deben promover ni justificar la violencia, el miedo ni ningún otro mensaje que pueda afectar negativamente la percepción de este grupo en plena formación.
Esta tradición puede ser una excelente ocasión para fomentar la originalidad y no para perpetuar estereotipos dañinos o alimentar miedos. En este sentido, las marcas tienen la oportunidad de promover disfraces que impulsen la alegría y la imaginación, sin recurrir a imágenes violentas o perturbadoras.
El llamado a las marcas es a reflexionar sobre el mensaje que envían e impulsarlos a optar por una publicidad responsable. Proteger el bienestar de los menores debe ser una prioridad que prevalezca sobre cualquier estrategia comercial. Además, al elegir caminos más positivos, no sólo se contribuye a un entorno más saludable, sino que también pueden fortalecer la reputación y confianza en las marcas que lo promueven.
Maribel Vidal
Cuidados
Halloween es un momento esperado por niños y jóvenes, quienes, entre disfraces y maquillaje, se transforman en personajes coloridos. Sin embargo, aunque divertido, el maquillaje en pieles infantiles conlleva ciertos riesgos importantes que no deben pasarse por alto.
La piel de los niños es más delicada y permeable, lo que facilita la absorción de sustancias potencialmente tóxicas presentes en algunos productos de maquillaje. Esto puede resultar en reacciones alérgicas, fotosensibilización, irritaciones y, en algunos casos, incluso exposición a disruptores endocrinos. Un punto de alerta adicional es que ciertos cosméticos llegan al país sin cumplir con normas de seguridad, lo que incrementa el riesgo al estar elaborados con ingredientes de dudosa calidad.
Al seleccionar productos, es importante optar por aquellos que sean seguros para la piel infantil. Ingredientes como parabenos y metilisotiazolinona, comunes en conservantes, pueden tener efectos hormonales indeseados y provocar reacciones alérgicas. Asimismo, los metales pesados, como el plomo y el níquel, a veces presentes en los pigmentos, son peligrosos incluso en pequeñas dosis.
Para minimizar riesgos, se aconseja elegir maquillajes hipoalergénicos y formulados específicamente para niños.
Cristina Mangiamarchi