Biógrafo de la voz de Los Jaivas: "El Gato Alquinta fue un intenso investigador de nuestras raíces"
LIBROS. "Los ojos del Gato" es una publicación del periodista Richard Sandoval.
Acaba de llegar a las librerías "Los ojos del Gato" (Debate), nueva publicación del periodista Richard Sandoval centrada en el músico que murió trágicamente en enero de 2003.
Amores desconocidos, la infancia y la juventud en Viña del Mar y Valparaíso, la vida en Europa y sus encuentros y desencuentros familiares van arrojando luces sobre la vida de un ilustre creador chileno.
El autor tenía quince años en 2003 y vivía con su madre y hermanos en San Bernardo. Su música favorita por esos días era el hardcore, el punk y el pop latino y recuerda que vio por la televisión el multitudinario sepelio. "Lo primero que escuché de Los Jaivas fue "Todos juntos". También tengo la imagen nítida, de comienzos de los noventa, de compañeros de la básica ensayando una coreografía con 'Sube a nacer conmigo, hermano'. Me impactaban los paisajes y los personajes de su música, tenían una energía rebelde y cierta deliberación, también fueron una primera intuición política", precisa Sandoval.
-¿Por qué crees que tuvo un funeral tan masivo?
-Creo que por lo que representaba su voz y su canto. El pueblo reconocía en él un espíritu, un baluarte, una forma de ser, de vivir en sociedad, era una conexión con las raíces y la solidaridad, con una identidad del ser chileno. La gente lo fue a despedir para agradecer la obra de Los Jaivas y el mensaje que portaba el Gato con su personalidad: paz y sencillez, cariño por lo nuestro, no olvidemos que fue un intenso investigador de nuestras raíces para desde allí crear. A fines de los sesenta recorrió Sudamérica para impregnarse de la realidad del indígena, conocer su vida para hacer música y letras. En el verano de su muerte estaba investigando, tuvo encuentros con machis en la Araucanía con miras a hacer un libro dedicado a lo mapuche.
-De todas las fuentes que entrevistaste, ¿cuál fue la que más te conmovió?
-Me gustaría destacar primero a Mónica Monsalve, la viuda de Gato. Me inspiró su tierna y amorosa forma de ser para el tono que adquirió el libro, es alucinante compartir lo enamorada que estaba de él y su historia de amor que al primer día de conocerse besaron y no se separaron más; también destaco a Eduardo Parra, uno de los fundadores de Los Jaivas, tuve con él una entrevista muy entregada, más de cuatro horas hablando de infancia y adolescencia, me aportó con muchos momentos de la juventud, cómo se crearon canciones clave, como "La conquistada" que es a partir de un poema de Eduardo; también me contó sobre la bohemia porteña y viñamarina; también destaco a los compañeros de universidad del Gato que me permitieron reconstruir cómo fue su paso por la escuela de arquitectura y su desconocida primera relación de pareja que terminó en un matrimonio y su desconocida militancia en la Juventud Comunista que tuvo en esa época.
Un colectivo musical
Cuenta que la idea de hacer el libro le fue patente cuando, en un homenaje a dos hermanos detenidos desaparecidos se cantó "La conquistada", potente canción que lo impulsó a indagar en la vida y obra de Eduardo Alquinta. "Gato es especial dentro de la galería de personajes chilenos, este es un país que no suele ser justo con sus ídolos" añade.
Algo que llama mucho la atención es la fuerte conexión de Los Jaivas más allá de la música y que siempre se han definido como un colectivo musical. "El grupo se va armando desde los juegos sencillos de unos chiquillos que descubrían el mundo. La casa de los Parra era un universo, aparece la música como parte de un juego más, es la historia de unos niños que se quieren y eso es indestructible".
-¿Te imaginas cómo habrías vivido tú en ese Chile en que vivió el joven Gato Alquinta?
-Es difícil imaginarme en esa época de un Chile tan diferente, era un país profundamente pobre y desigual en el que, por ejemplo, ir a la universidad era un lujo que muy pocos se podían dar; mirando mi trayectoria familiar es muy posible que yo hubiese estado trabajando en el campo o en una fábrica.