Efe
El Nobel de Economía premió ayer a Daron Acemoglu, Simon Johnson y James Robinson por demostrar la importancia de las instituciones sociales en la prosperidad de un país.
Los galardonados no sólo probaron la relación entre instituciones y prosperidad, sino que desarrollaron también herramientas teóricas que explican por qué persisten las diferencias entre instituciones y cómo estas pueden cambiar, destacó en su fallo la Real Academia de las Ciencias sueca.
Sus trabajos han contribuido a revelar qué influye en la riqueza económica de los países a largo plazo y a la comprensión de por qué es tan difícil reformar las instituciones extractivas, además de tener una influencia decisiva en las ciencias económicas y sociales.
Acemoglu, Johnson y Robinson usaron un enfoque empírico innovador: examinar la colonización europea en varias partes del planeta y los sistemas económicos introducidos en esos países del siglo XVI en adelante.
Comprobaron que aquellos más ricos en la época de la colonización figuraban ahora entre los más pobres y que a mayor mortalidad entre los colonos, menor producto interior bruto (PIB) per cápita en la actualidad.
La alerta de acemoglu
Acemoglu, teas conocer la noticia, aseguró desde Atenas que "recibo este premio por mi trabajo relacionado con las instituciones, un tema que es aún más importante hoy, ya que nos enfrentamos a tantos cambios con la inteligencia artificial, la desigualdad y el cambio climático".
Durante el Foro para la Sostenibilidad en el Sudeste Europeo y el Mediterráneo, que el semanario The Economist celebra hasta hoy en la capital griega, el experto señaló que la desigualdad se está convirtiendo en un "asunto devastador" en muchos países, no solo porque los "ricos se convierten en cada vez más ricos" sino también porque el desarrollo económico beneficia sólo a algunos grupos de personas.
"Tenemos que centrarnos aún más en instituciones más fuertes y democráticas. Es algo importante para el mundo que dejaremos a nuestros hijos y nietos", señaló el profesor de Economía del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).
Durante el Foro, el economista estadounidense realizó una presentación en la que destacó las tendencias que desempeñarán un papel importante en el mundo de mañana en la economía y la política: la inteligencia artificial (IA); las desigualdad y el empleo; el envejecimiento de la población; el cambio climático y la crisis democrática.
"La tecnología crea enormes oportunidades, pero no todos se benefician por igual", señaló Acemoglu, quien explicó que, por ejemplo, los estratos con menor nivel educativo no se benefician sino que se ven perjudicados.
Además, destacó que para que los salarios no se vean afectados negativamente por la automatización y para que los trabajadores en general se beneficien de la transición tecnológica, se necesita un entorno institucional apropiado.
"A pesar de los enormes peligros que acechan, hay también grandes oportunidades de beneficio", recalcó Acemoglu, quien subrayó que la innovación y la competitividad no son suficientes para un futuro más justo y democrático, y que es muy importante cómo se usarán las nuevas tecnologías.
Acemoglu, de origen turco, señaló que es "un gran honor" recibir el Nobel de Economía y calificó de "magnífico" el hecho de que recibió la noticia durante su estancia en Atenas, "el hogar de la democracia".
Nogales, como ejemplo
En sus estudios los nuevos Nobel usaron como caso de referencia la ciudad de Nogales, dividida en dos por una valla en la frontera entre México y Estados Unidos, y observaron que la diferencia decisiva entre ambas no era geográfica o cultural, sino sus instituciones.
"La gente que vive al norte de la valla lo hace en el sistema económico estadounidense, que les da más oportunidades para elegir su educación y profesión, y son parte también de su sistema político, que les da más derechos políticos", resalta el fallo.
Los premiados comprobaron que Nogales no era una excepción, sino parte de un claro patrón con raíces que se remontan a la época colonial: mientras en unos casos se optó por un sistema de explotación masiva, en otros se optó por sistemas económicos y políticos inclusivos.
Un factor importante para determinar el tipo de colonia desarrollado fue la densidad de población del área colonizada: a mayor densidad, menos colonos y mayor resistencia, pero también más opciones luego de mano de obra barata; a menor densidad, menos resistencia y mano de obra y más colonos europeos.
En el primer caso, se establecieron instituciones extractivas centradas en beneficiar a la élite local y sin apenas derechos políticos; en el segundo, se crearon instituciones inclusivas para incentivar a los colonos a trabajar duro e invertir en su nuevo país, lo que llevó también a mayores demandas para obtener una parte de los beneficios.
Otro factor importante fue la severidad de las enfermedades que afectaron a las comunidades de colonos: donde eran más peligrosas encontramos ahora sistemas disfuncionales y más pobreza, además de corrupción y un Estado de derecho más débil.
Modelo con 3 componentes
Los premiados construyeron un modelo para explicar las circunstancias bajo las que se forman y cambian las instituciones políticas, con tres componentes.
El primero es el conflicto sobre cómo distribuir recursos y quién toma las decisiones en la sociedad; el segundo, que las masas pueden a veces ejercer el poder mediante movilizaciones y amenazando a la élite; y, el último, el llamado problema de compromiso, lo que significa que la única alternativa para la élite es entregar el poder de decidir a la población.
Ese modelo ha sido usado para explicar por ejemplo los procesos de democratización en Europa Occidental a finales del siglo XIX y principios del siglo XX.