Condena transversal tras nuevo ataque israelí a cascos azules de la ONU en Líbano
GUERRA. Por segundo día, bases de las fuerzas de paz de Naciones Unidas fueron alcanzadas por bombardeos de Israel. Francia, España, Italia, y otros países, condenaron la acción, mientras que el Ejército israelí calificó los incidentes de "involuntarios".
El Ejército israelí volvió a atacar ayer las proximidades de una torre de vigilancia de los cascos azules de la ONU en el sur del Líbano (Finul) hiriendo a dos soldados de Sri Lanka, lo que llevó a Francia y a España a convocar a los representantes diplomáticos de Israel en ambos países, y, además, a expresar su "indignación" en una declaración conjunta a la que se sumó Italia, mientras que el Gobierno del Líbano exigió la intervención del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
La Finul denunció este viernes los incidentes en Naqoura explicando que se produjeron dos explosiones cerca de una torre de observación que afectaron a su cuartel general y en las que dos cascos azules de Sri Lanka resultaron heridos.
El ataque se produjo un día después de que otra acción israelí contra una torre de vigilancia también cercana al mismo cuartel hiriera a dos soldados indonesios.
La misión de los cascos azules, que tiene una dotación de unos 10 mil soldados y está comandada por un general español, denunció también que varios muros en una de sus posiciones en Labouneh, cerca de la línea azul, "cayeron cuando un vehículo oruga de las Fuerzas de Defensa de Israel golpeó el perímetro y los tanques de las FDI se movieron hacia la proximidad de la posición de las Naciones Unidas.
"Estos incidentes ponen nuevamente en peligro a los efectivos de mantenimiento de la paz de la ONU, que están prestando servicio en el sur del Líbano a petición del Consejo de Seguridad en virtud de la resolución 1701", que puso fin a la guerra entre Líbano e Israel de 2006, dijo la Finul.
Reacción
Tras el nuevo ataque, el Gobierno español, país con alrededor de 700 soldados en la Finul, convocó ayer al encargado de negocios de Israel para protestar por los ataques "injustificados" del ejército israelí a las posiciones de la Finul. En España no hay embajador israelí desde mayo.
Sánchez anunció ayer en Roma que pedirá a la comunidad internacional que deje de exportar armas a Israel por "contravenir el derecho internacional" con la "invasión" de Líbano.
También Francia convocó ayer al embajador israelí en París tras el nuevo ataque, que consideró deliberado.
Por su parte, el presidente francés Enmanuel Macron, dijo ayer que "es inaceptable que las tropas de Finul hayan sido atacadas deliberadamente por las tropas de Israel".
Por su parte, Italia, que cuenta con 1.200 soldados en el contingente de cascos azules, más tarde se sumó a una declaración conjunta firmada además por los líderes de España y Francia, expresaron su indignación por los ataques israelíes a Finul, que calificaron de "injustificables" y de "grave violación" de las obligaciones de Israel y del derecho internacional humanitario.
En tanto, el Ejército israelí expresó ayer su "profunda preocupación" por el incidente, que calificó de "involuntario" y en el que volvió a asumir indirectamente su responsabilidad, aunque culpando, en última instancia, al grupo chií Hezbolá.
A su vez, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que solicitó a Israel que no ataque a la Misión.
Finul denunció ayer que los incidentes contra su cuartel "ponen nuevamente en peligro a los efectivos de mantenimiento de la paz de la ONU".
Por su parte, el Líbano pidió la intervención del Consejo de Seguridad de la ONU, con el fin de que tome una decisión para un "alto al fuego inmediato y completo", mientras que el responsable de Medios de Hezbolá, Mohamed Afif, sostuvo que la prioridad de la milicia es "derrotar por la fuerza al enemigo" israelí, si bien "agradece cualquier esfuerzo para poner fin a la agresión" contra el Líbano.