Mártir antofagastino es el nuevo protagonista de la última obra del escritor Guillermo Párvex
PATRIMONIO. "Centinela de la Frontera" aborda la biografía del teniente Hernán Merino Correa, quien fue ultimado en un conflicto fronterizo con Argentina en 1965.
En una clásica casona de estilo colonial que aún se halla en pie en calle Riquelme de Antofagasta, nació y vivió su infancia el teniente Hernán Merino Correa, quien terminaría convirtiéndose en el máximo mártir de Carabineros de Chile.
Merino Correa fue abatido a tiros en medio de una disputa internacional entre Chile y Argentina por el control del sector Laguna del Desierto (región de Aysén) en noviembre de 1965. Solo contaba con 29 años.
Es por ello que el escritor Guillermo Párvex (autor de Veterano de los superventas "Tres Guerras, 1978" y "Servicio Secreto en la Guerra del Pacífico", entre otros concentró su interés en el antofagastino y produjo su última obra "Centinela de la Frontera" (Ediciones B), disponible ya en librerías.
Relevancia
El divulgador histórico explica que, el motivo por el cuál se decidió a escribir sobre el joven teniente, es dado a que su nombre figura en distintos sectores urbanos, pero poco se conoce sobre el rol que tuvo para la historia.
"Fui impulsado a escribirla por un gran amigo, al que le encontré toda la razón cuando me señaló que el nombre "teniente Merino" lo llevan poblaciones, calles, plazas, etc, pero muy pocos saben de su historia y de su sacrificio en defensa de nuestra soberanía", dijo.
Así mismo, agregó que sobre el elemento distintivo de este trabajo "es la planificación de un sector militarista argentino en planificar este conflicto limítrofe, con fines de política interna. Esto no se había tocado con los detalles que lo relato. No es que se haya preparado el asesinato del teniente Merino, sino que la generación artificial de un conflicto limítrofe con Chile".
Párvex también explica que "el teniente Merino es el único miembro de Carabineros de Chile asesinado por agentes gubernamentales de un país limítrofe. Hay otros miembros de la institución que han sido abatidos en incidentes fronterizos, pero con civiles, como lo fue el caso del sargento Germán Cid Conejeros y el cabo Víctor Godoy Pinto, en 2015, en las cercanías de Tacora… pero esto último no puede calificarse como conflicto internacional".
Antofagasta
Hoy, la ciudad que vio nacer al mártir le honra con tres bustos a su memoria, uno en la Población Corvallis, otro en la cara norte de Plaza Colón y el tercero se encuentra fuera de la 3ra comisaría de Carabineros. Además, la casa donde nació Merino tuvo hasta octubre del 2019 una placa que indicaba el hito. La pieza fue removida durante el estallido social.
"El teniente Hernán Merino nació en Antofagasta el 17 de julio de 1936, mientras su padre, Carlos Merino Charpentier se desempeñaba como oficial de Carabineros en la ciudad. Aunque por las funciones de su padre abandonó tempranamente la ciudad, siempre consideró a Antofagasta como su ciudad más querida y preferida. Sus recuerdos de la ciudad afloraban siempre en sus conversaciones y si bien se sentía muy a sus anchas en el sur de Chile, estaba permanentemente latente su deseo de visitar su querida Antofagasta", explica Párvex.
Sobre este hecho, el escritor opina que la figura de Merino debería ser más destacada entre los habitantes de la ciudad debido al rol que jugó durante el conflicto de la Laguna del Desierto.
"Considerando que el teniente Merino no solo es un héroe de Carabineros de Chile, sino que, de todo el país, pues se inmoló defendiendo la soberanía nacional, a sabiendas que estaba ante una superioridad numérica abismante. Hablamos de 100 gendarmes contra 4 carabineros, que además estaban sin sus armas, ya que estaban replegando su campamento cumpliendo órdenes de la Cancillería chilena".
Finalmente Párvex destaca que "Hernán Merino es el héroe chileno del siglo XX. Aunque las autoridades civiles de nuestro país actuaron con pasividad ante las provocaciones argentinas, él y todos los carabineros cumplieron a cabalidad con su deber de ser los centinelas de nuestras fronteras. Merino dio su vida por ello, sabiendo que estaba defendiendo un territorio claramente chileno, según el tratado de límites de 1881 y un posterior arbitraje británico en 1901. Pero los dirigentes políticos, sin importar la sangre derramada por este joven oficial, aceptaron ir a un innecesario arbitraje propuesto por el presidente Menem, que finalmente entregó ese hermoso territorio a Argentina".