Manuel García acaba de lanzar "La jaula de los sueños olvidados", un disco de catorce canciones inéditas, y anunció gira por todo Chile y algunas ciudades del mundo, partiendo el cinco de diciembre en Punta Arenas y cerrando el uno de junio en Bogotá.
Un septiembre intenso, como suele ser, le ha tocado vivir en estas últimas semanas al músico, tanto en lo familiar como por las fechas históricas "que convocan a la memoria y la reflexión".
Pánico
La gira se llama "Pánico" y homenajea a su primer disco lanzado a fines de 2005, un trabajo con que anunció una carrera solista luego de su paso por Mecánica Popular. El repertorio de ese trabajo es la columna del show que presentará, son los clásicos temas con una nueva grabación, un nuevo registro que García se procuró en La Habana, en los Estudios Ojalá de Silvio Rodríguez, donde trabajó codo a codo con las ingenieras en sonido Olimpia Calderón y Merlin Lorenzo, que también fue productora. "Hay algunos arreglos nuevos, pero con la guitarra como eje central y yo haciendo todo. Los únicos instrumentos que tengo invitados, y yo mismo los toco, son el charango, un cuatro y un kultrún que son los instrumentos que Violeta Parra introdujo en el folclor chileno", especifica. Cuenta que el espíritu de la trova cubana está presente con su desnudez de guitarra y voz en esta nueva grabación y le recuerda mucho los años en que las compuso sentado, al borde de su cama.
Sobre los estudios Ojalá dice que hay muy buenos laboratorios de sonido y gente muy especial y solidaria trabajando allí. "La disposición del estudio no es solo que te entreguen un lugar con unos micrófonos y una mesa de sonido, tiene que haber un equipo humano detrás. Es una casa muy amorosa y se siente como un hogar".
-¿Qué fue lo primero que tuviste de Silvio Rodríguez?
-Un cassette que se escuchaba por un solo lado del disco "Al final de este viaje en la vida". Era una cinta pirata que había andado tanto de mano en mano que ya no se escuchaba por los dos lados. Con el tiempo fui buscando, comprando y copiando los discos y hasta el día de hoy su música es parte de mí, ha sido el referente más señero en mi carrera sin duda.
García dice que para los conciertos están haciendo un montaje especial en cuanto al sonido de las muchas guitarras que sonarán y no descarta ir tocando canciones de "Pánico" junto con otras de su cancionero para que no solo sea "un ejercicio de nostalgia".
Sueños olvidados
Sobre su nuevo disco, cuenta que siempre está haciendo música nueva y que lo importante al momento de hacer un disco es la honestidad. "No porque uno escriba muchas canciones hay que apurar el proceso de hacer discos y lucirse de manera creativa. En este disco hay un planteamiento bien simple, es casi como dicho desde un vecino chileno que vierte sus preocupaciones, que en general son preguntas y no respuestas, sobre el devenir de nuestro pueblo y el sentido de comunidad: ¿seremos alguna vez capaces de recoger la sabiduría indígena y estar a la altura de los tiempos? Este disco es una sorpresa, porque desde el estallido en adelante yo pensaba que las voces nuevas que estaban escribiendo en las paredes de nuestras ciudades eran las que tenían que ir contando la historia, yo no soy de estar escribiendo sobre la contingencia directamente", explica.
-¿Cómo es eso del vecino chileno?
-Estas cosas que yo escribo siempre apelan a la imaginación, al corazón, a la inteligencia y a la buena voluntad. Yo no alcanzo a abordar en todas las canciones todo lo que quisiera decir y quien la escucha pone de su parte una reflexión intelectual y amorosa que termina de completar la canción. Canto a las cosas que trasiegan las calles, los barrios, las esquinas, el día a día, las preocupaciones de nuestro propio pueblo.
Adelanta que en este disco hay una versión en vivo junto a Los Macorinos, guitarristas de Chavela Vargas, de "Palomita de mar", una canción que toca en vivo en México y que tiene todo ese sabor mexicano que gusta tanto en el campo chileno. Se la dedica a la fallecida Anita González de Recabarren quien fue esposa, madre y suegra de detenidos desaparecidos. "Es una canción de amor, nosotros jugábamos a ser enamorados, ella me decía 'mi Manuel de Escarcha', siempre nos reíamos. Nos conocimos en el Teatro Oriente en uno de mis conciertos, ella me honró con su presencia esa noche y ahí empezó nuestra amistad", recuerda. "Es de una misma generación con Joan Jara la Anita y tenemos que rendir homenaje a estas mujeres".