Efe
Rusia continuaba anoche intentando expulsar a las tropas ucranianas que este martes irrumpieron en la región de Kursk, en el mayor ataque a su territorio en casi dos años y medio de contienda, que según el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, hará sentir a ese país "lo que ha hecho" al llevar la guerra a Ucrania.
Tras cuatro días de combates, en los que las fuerzas ucranianas habían logrado adentrarse en el territorio ruso hasta 35 kilómetros en algunos lugares, según el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), Rusia amplió el estado emergencia decretado en las zonas fronterizas con Ucrania a toda la región de Kursk, desde cuyas ciudades comenzaron evacuaciones de cientos de civiles.
El avance ucraniano fue corroborado por blogueros militares rusos y el canal de Telegram Rybar, considerado próximo al Ministerio de Defensa de Rusia.
Avances relámpagos
Según Rybar, el enemigo emplea una táctica de avances rápidos con pequeños grupos de asalto integrados por hasta seis blindados que eluden las posiciones rusas y entran en las localidades cercanas para registros, tras los cuales las abandonan, con lo que crean la impresión de una gran ofensiva.
"Esta táctica permite a las Fuerzas Armadas de Ucrania lograr su principal objetivo: sembrar pánico y entrar en un espacio operativo donde no hay posiciones preparadas previamente", añadió el canal, que opinó que para detener al enemigo será necesario minar densamente las posibles rutas de su avance.
La magnitud del ataque ucraniano la confirma los datos ofrecidos por el mando militar ruso, que declaró que las fuerzas ucranianas han sufrido 945 bajas y perdido más de un centenar de blindados desde el comienzo de la incursión.
Rusia anunció el envío de refuerzos a la región de Kursk y emplea la artillería y la aviación para contener a las tropas ucranianas.
Ucrania ataca aeródromo
El Ejército ucraniano a su vez confirmó que el jueves en la noche llevó a cabo un ataque "exitoso" con drones contra un aeródromo militar en la región rusa de Lípetsk, que colinda al sur con la de Kursk.
"En el curso del ataque fueron alcanzados depósitos que almacenaban bombas aéreas guiadas y una serie de instalaciones en la proximidad del aeródromo", indicó el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas ucranianas en Telegram.
Varias localidad próximas al aeródromo fueron evacuadas debido a la "detonación de objetos explosivos", admitió el gobernador de la región de Lípetsk, Igor Artamónov.
Al cierre de esta edición se desconocía el impacto de este ataque en la capacidad de la aviación rusa para operar contra las fuerzas ucranianas que penetraron en la vecina región de Kursk, incursión que coincide los avances rusos en los frentes de Donetsk, en Ucrania.
La guerra llega a Rusia
Sin embargo, el presidente ucraniano dejó claro que Rusia debe experimentar en carne propia lo que es la guerra.
"Rusia trajo la guerra a nuestra tierra, y debe sentir lo que ha hecho. Nos esforzamos por alcanzar nuestros objetivos lo antes posible en tiempos de paz, en condiciones de paz justas. Y así será", aseguró Zelenski en su página web.
Los que ya han empezado a sentir en carne propia las consecuencias de la presencia enemiga en su territorio son los habitantes de varias localidades de la región de Kursk, entre ellas Sudzha, 10 kilómetros de la frontera, y Lgov, que podría ser el siguiente objetivo de las fuerzas ucranianas. Y en caso de alcanzar Lgov, las tropas de Kiev pueden dirigirse a Kurchatov, donde está la central atómica de Kursk (ver recuadro).
Ataque en Donetsk
Y mientras la guerra se traslada a Rusia, en Ucrania sus consecuencias se cobraron este viernes la vida de al menos 12 civiles en un supermercado de localidad ucraniana de Kostiantinivka, cerca del frente de Donetsk.
Según Kiev, un ataque ruso contra el establecimiento dejó también más de 40 heridos y daños en edificios colindantes.
El gobernador de la región, Vadim Filashkin, afirmó que contra el supermercado impactó un misil ruso de tipo X-38.