El clima de alta violencia escolar que ha arreciado en las últimas semanas en distintos establecimientos de Antofagasta, registrados en la zona céntrica de la ciudad, mantiene en alerta a las comunidades educativas y también a las autoridades ante el riesgo de que estos episodios aumenten en su gravedad. y se expandan a otros planteles.
En este tipo de incidentes, según detalla una carta de la Asociación de Directores de Escuelas y Liceos de Antofagasta, se ha observado la presencia de adultos que aparentemente dirigen las acciones de los estudiantes. Debido a este tipo de desmanes docentes del Liceo Comercial A-12 (Isca), el Liceo Mario Bahamonde A-15, y el Liceo Técnico A-14 determinaron suspender las clases. Para esto apelaron al artículo 184 bis del Código del Trabajo, que otorga el derecho al trabajador a interrumpir sus labores y abandonar el lugar de trabajo cuando estas impliquen un riesgo grave e inminente para la vida o salud del personal.
"Anteriormente habíamos apelado al 184 bis, pero se volvió a invocar porque ha habido amenazas de que nuevamente irían al establecimiento a botar los portones, ingresar y agredir a funcionarios", explica Jonathan Galleguillos, delegado del Sindicato de Profesores y Profesionales de la Educación del Isca.
Plan Antofagasta
El diputado Sebastián Videla (Ind-PL) condenó los hechos de violencia ocurridos en establecimientos de la comuna.
"Es importante mencionar que la Cmds, quienes son en este caso los sostenedores, deben hacer un trabajo más coordinado con los distintos estamentos públicos. Quiero destacar el trabajo de la seremi de Educación, que junto a la Delegada Presidencial, están gestionando con Carabineros el reforzamiento de vigilancia policial en los establecimientos, para mejorar la seguridad en sus inmediaciones".
"Además del Plan Antofagasta, que es una estrategia de convivencia y seguridad diseñada especialmente para la zona, que entrega herramientas al equipo educativo para enfrentar situaciones de violencia, maltrato y consumo de drogas", añade Videla.
Armas y drogas
Para el diputado José Miguel Castro (RN), la reciente escalada de incidentes en nuestros liceos resulta inaceptable. "Tras la muerte de la profesora Katherine Yoma, víctima de acoso escolar, presenté un proyecto de ley para crear un Departamento de Bienestar en los establecimientos educativos, con profesionales especializados en salud mental que medien y orienten en situaciones de acoso y violencia. Sin embargo, tras ese doloroso hecho hemos conocido más hechos de violencia al interior de escuelas y han ido escalando".
"Por otra parte, en colaboración con padres y apoderados quienes denunciaron situaciones graves al interior de dichos establecimientos, junto a mi equipo distrital nos reunimos con PDI para investigar el ingreso de armas y drogas en las escuelas y abordar así esta crisis: alumnos atacando a alumnos. Esto es inaudito (...) No podemos parar en esta lucha. No sólo es trabajo de todos garantizar la seguridad y bienestar de nuestros alumnos y docentes, sino que el futuro de estos niños y adolescentes es una prioridad", agrega Castro, sobre esta contingencia.
Criminalidad larvada
Según el diputado Jaime Araya (Ind-PPD) los casos de violencia escolar en colegios y liceos y sus alrededores requieren la mayor coordinación de las autoridades para activar respuestas oportunas ante un fenómeno complejo y creciente.
"El proyecto de ley de convivencia escolar que ingresó la semana pasada va en la línea correcta, pero es una solución de mediano plazo. Las acciones inmediatas podrían ir en la línea de preparar para la vuelta de vacaciones un plan de contingencia que tenga como mínimos un alto número intervenciones psico-sociales, tanto individuales como grupales, con foco en los establecimientos de mayor conflictividad. Cambio de actividades curriculares que permitan bajar los niveles de ansiedad y agresividad; asumir como una realidad que no están las condiciones para pretender llevar adelante un proceso educativo del tipo previo al año 2018. Hay que empezar a hacerse cargo del cambio sustancial que hemos vivido a partir de 2018".
"Las consecuencias en la salud mental, eso mezclado con una grave crisis de criminalidad, que puede estar en estado larvario en los recintos estudiantiles, donde también hay que tomar medidas preventivas, antes que ocurra una desgracia", opina Araya.