Meli Noto, Guarello y Valenzuela: el trío que se alista para relatar la Copa América
CANAL 13. El relator no esconde su optimismo con el nuevo técnico y cree que La Roja "puede llegar a semifinales".
Meli Noto, Juan Cristóbal Guarello e Ignacio Valenzuela ya asumieron las transmisiones de la Copa América, que este año se juega en Estados Unidos. Desde Santiago cubrirán el primer partido que juega Chile hoy contra Perú a las 20 horas.
A cargo del relato de los encuentros estará Valenzuela, periodista de la Universidad de Concepción que llegó a Canal 13 en el 2001 a hacer su práctica y se ha quedado más de la mitad de su vida. Sobre maestros en el su campo laboral dice que no tiene pero sí que se dio el gusto de compartir noticieros con el legendario Julio Martínez a quien veía en la televisión desde niño
-¿Qué es lo que más te gusta y lo que menos te gusta de tu profesión?
-La adrenalina que hay, las transmisiones en vivo, no tener horario ni agenda fija, conocer distintas personas y lugares y lo que menos me gusta es algo que, afortunadamente, nunca he sufrido que es la censura.
-¿Cómo se viene esta Copa América 2024?
-Se viene buena porque los chilenos tenemos el debut de un nuevo técnico, creo que se renueva la esperanza y yo estoy optimista con esta selección, creo que perfectamente puede pasar de grupo y yo creo que hasta puede llegar a semifinales, ojalá llegue allí, es un hecho que conforme los equipos van ganando, van sumando confianza. Veo un buen guía, que es el rol del director técnico, es un técnico que tiene recorrido, conocimientos y se ha ganado el respeto.
-¿Qué sorpresas crees que tendrá el anfitrión?
-Al ser un país del primer mundo siempre entrega transmisiones con novedades tecnológicas, en los estadios, para los televidentes, ahí hay que estar atentos, a la infraestructura, a la logística, porque aunque Estados Unidos no es un potencia en el fútbol sí lo es en capacidades técnicas de transmisión. Creo que será una buena transmisión como lo fue la del Mundial de 1994 y la Copa América de 2016.
Colegas y la montaña
Sobre sus duplas cuenta que a Juan Cristóbal Guarello lo conoce desde el 2008 en Radio ADN y en el canal forman dupla desde 2011. "Nos llevamos muy bien, lo estimo y lo aprecio mucho. Tenemos un sentido del humor parecido así que se me hace fácil trabajar con él".
A Melina Noto "la conozco desde hace dos años y hace un año la veo todos los días en un noticiero que hacemos en TNT Sports. Es una bellísima persona que está dispuesta a aprender mucho y también a enseñar, creo que así funcionan bien los equipos". Sobre el notorio aumento de las mujeres en el periodismo deportivo advierte que el ambiente machista es cosa del pasado y que con el tiempo las mujeres copan todos los ámbitos. "Han entrado muy buenas periodistas en todas las labores: como relatoras, en los comentarios, reporteando en cancha, hay muchas mujeres que lo hacen muy bien".
-En tu Instagram te declaras "amigo de la montaña", ¿cómo es eso?
-Soy buen amigo de la cordillera, de los cerros y las montañas, es una pasión que me viene de mi papá que, a sus 81 años, sigue subiendo cerros y amando la naturaleza. Desde 2020 me he empezado a enfocar mucho en subir cerros, no solo es un buen ejercicio físico, también lo es para la cabeza, es bueno para reflexionar y tomar decisiones.
-¿Qué cumbres has conquistado?
-La más alta fue El Plomo que tiene 5.458 metros de altura y está frente a Santiago, lloré de emoción al escalarlo pero más que medir lo alto también hay que medir la dificultad de la subida. Me he repetido hartas veces la subida al El Pintor, que tiene 4,200 metros. Ese lo he hecho unas siete veces; el cerro La Parva, de 4.050 metros, también lo he subido muchas veces y el cordón franciscano también. Hace poco estuve en el memorial de Los Andes del accidente aéreo de 1972. Me preparé mucho para llegar y es sobrecogedor el lugar, la cruz está como a 3.600 metros de altura y allí están enterradas 28 personas.
-¿Qué recomiendas a quienes se quieran iniciar en el montañismo?
-La cordillera nos acompaña a lo largo de todo el país, es como un pasamanos, una baranda. A quienes quieran subir nuestras montañas les recomiendo responsabilidad, no es llegar e ir, vayan gradualmente para acostumbrar el cuerpo y la cabeza. A la montaña, como el mar, hay que respetarla y amarla.