La relevancia histórica de nuestra región como motor económico del país está íntimamente vinculada al rol de la conectividad y movilidad dentro de la misma. Fue en 1873 que la Compañía de Salitres de Antofagasta tendió la primera línea férrea en un tramo que conectó el salar El Carmen con el puerto de Antofagasta, la que luego en 1886 fue ampliada llegando hasta Calama; en 1892 hasta Oruro y completando en 1889 los tramos Antofagasta-Uyuni y Pulacayo-Huanchaca. En total 925 kilómetros que se podían recorrer en 2 noches y 1 día.
De esta época gloriosa del ferrocarril en nuestra región solo quedan recuerdos y viejas estaciones abandonadas en el desierto.
Sin embargo, existe la oportunidad que este pasado glorioso vuelva a ser una realidad a partir del proyecto "Corredor Ferroviario de Carga Región de Antofagasta". Iniciativa que la firma Q Project presentó en 2019 y que fue declarada de interés público por el MOP en 2021, e incluida en la cartera de la Dirección General de Concesiones 2025, y que consiste en la construcción, mantención, conservación y explotación de una nueva y moderna vía de carga entre las comunas de Calama, Sierra Gorda, Antofagasta y Mejillones, en una extensión de 290 km, por una inversión totalmente privada de US$ 386 millones. Lamentablemente el proyecto lleva 4 años esperando que la Dirección General de Concesiones envíe el oficio del inicio de los Estudios, ¿la razón?, burocracia pura y dura. En resumen, EFE debe dar un nuevo visto bueno por tener un nuevo directorio - hace ya 2 años - pero resulta insólito que hasta la fecha está en revisión demostrando que nuestro Norte no es una prioridad, mientras en el sur las iniciativas de este tipo avanzan con una rapidez envidiable.
El trazado propuesto sería paralelo a la actual línea férrea existente y se extendería desde Calama, siguiendo la ruta 21 al sur poniente, continuando en paralelo a la línea ferroviaria que existe en la actualidad, pasando por las comunas de Sierra Gorda, con una estación en Baquedano, bajando a la costa hacia Mejillones y por último llegando a Antofagasta. La carga transportada en los vagones sería traspasada a los camiones para ser derivadas a su destino final.
Desde el punto de vista del desarrollo económico productivo será de gran utilidad para viabilizar la conectividad del Corredor Bioceánico, y contribuirá a definir cuál será el rol/vocación de cada comuna en la región, transportando no solo mineral, sino también los 12 millones de toneladas de alimentos producidos en Brasil, Argentina y Paraguay, como lo indicó el gobernador regional.
Y es que la inversión en infraestructura debiera ser la punta de lanza que empuje y promueva el desarrollo de la ciudad y sus áreas de potencial logístico, considerando satisfacer las necesidades que hoy tenemos en materia de espacios públicos de calidad, acceso a servicios, comercio, vivienda, y conectando estos puntos a través de un sistema de transporte y movilidad amigables con la salud y el medio ambiente.
Como CChC Antofagasta consideramos clave integrar el transporte de pasajeros dentro de la región, contribuyendo a fortalecer la conectividad férrea donde existe un potencial de desarrollo logístico significativo a través del corredor bioceánico, que pueda transformarse en una alternativa de transporte de personas eficiente, limpio y seguro entre las comunas de la región, y con el potencial de ser un nuevo medio de transporte en la comuna de Antofagasta.