Una dualidad que a "Nico" lo complica. "Es duro estar en esa situación porque por más que a uno lo destaquen por su desempeño, la realidad dice que no hemos andado bien y en ese balance no se salva ninguno, somos todos responsables y no hay nadie que se quede fuera. Yo prefiero ganar y sin duda que desde allí, uno no puede hacer un balance positivo y sé que los resultados que hemos obtenidos no son acordes a la expectativa que teníamos todos", dice.

Cuando llegaron a principio de año, y a diferencia de lo expuesto por el club y su anterior cuerpo técnico, hubo jugadores que apostaban por pelear en lo alto de la tabla. ¿La actual campaña negativa cambió los objetivos?

-Yo fui uno de esos que decía que vinimos a tratar de meter a Cobreloa de vuelta en las copas internacionales porque de verdad estábamos ilusionados, por la historia del club y por las expectativas que generaba el regreso a primera. Y quién te dice que si metemos una segunda rueda ideal podamos estar cerca. Pero es cierto que hoy los resultados indican otra cosa y lo más certero y responsable es pensar en que se mantenga la categoría.

Ha sido un año de derrotas fuertes. ¿Cuál recuerdas como el momento más duro?

-Lo pasé muy mal con el 6 a 0 en Chillán porque además, hubo un gol que fue total responsabilidad mía y entonces, me queda marcado. Ese día fue difícil de asimilar porque nunca me habían hecho seis goles en toda mi carrera y en el primer tiempo nos fuimos al descanso perdiendo 5-0- Las caras en ese vestuario en el entretiempo eran terribles. La verdad es que no sé cómo salimos a jugar el segundo tiempo...

¿Te afectó mucho la salida del cuerpo técnico que te trajo a Calama?

-A mi me suele golpear mucho que gente buena como ellos, ya sea Emiliano -Astorga- o Diego -Silva-, su ayudante se queden sin trabajo porque eso no se lo deseo a nadie. Son cosas del fútbol y casi siempre terminan pagando los cuerpos técnicos. Pero fue difícil más por el lado humano porque son personas que conocí, a quienes respeto y tuvieron que dejar su trabajo.

Juegan contra Universidad Católica, un equipo que viene en alza pero que además tiene a Fernando Zampedri en racha, aunque está en duda..

-A mi me motiva mucho enfrentar a goleadores como Zampedri o Steffan Pino contra el que jugamos el pasado fin de semana porque son rivales de esos que te exigen al máximo. Me gustan esos duelos aunque no sólo dependan de uno versus otro porque ellos también tienen otros jugadores que pueden desnivelar y serán un rival con el que tendremos que tener mucha concentración para tratar de hacerles daño. Pero sin duda que en Argentina como acá me ponía como objetivo que ese goleador no te anote porque es una forma de medirse uno. Y ese desafío de enfrentarse contra ellos es siempre motivante. El año pasado tenía a "Chupete" Suazo en mi equipo y en los entrenamientos era lucha constante por tratar de ganarle los duelos porque ellos viven del gol. Lo bueno es que con el punto que le sacamos a Iquique, el equipo tuvo un alza desde lo motivacional y vamos con la idea de ir a sacar un resultado positivo.

Calama

Avellaneda está instalado en la ciudad y asume que ha sido una buena experiencia. "Es raro eso de que la gente se te acerque y te dé las gracias por las actuaciones que tuviste cuando al equipo le hicieron una goleada. Yo como que les pido disculpas por no poder ganar porque con unos meses acá me bastó para saber en el club que estoy y que la exigencia es estar peleando más arriba. Pero el cariño lo siento, la gente es muy servicial y pese a que en un principio venía a una ciudad donde supuestamente la vida era difícil, con mi mujer y mis dos hijos estamos muy felices, somos muy caseros", confidencia.

¿Ya se adaptaron?

-Sí. Incluso nos decían que nos iba a costar más porque era una ciudad que estaba lejos de todo pero la verdad es que los niños están en sus colegios, tienen sus amigos, van a hacer patinaje y fútbol y la verdad es que es un ritmo de vida donde compartimos con los vecinos del condominio y hemos ido generando muy buenos lazos. Estamos muy contentos como familia viviendo acá.

Llama la atención que en los buenos tiempos siempre fuiste de hablar e incluso de bromear a la salida de los entrenamientos. Y en los tiempos malos eres de los pocos que da la cara ante los medios. ¿Te sientes líder dentro del camarín?

-No sé si soy líder. Mi personalidad es así, de bromear y de no andar escondiéndome si las cosas no van bien. De compartir si estamos bien porque este es un grupo y todos necesitamos del otro. Por ejemplo, pasó que después de ese partido que ganamos a Colo Colo en Santiago, todo el mundo me felicitaba y salí a decir "cuidado, no es normal que el arquero ataje 12 tiros directos. Acá hay algo que no está bien y hay que corregirlo". Siento que la manera de aportar fuera de la cancha es haciendo la autocrítica correcta cuando corresponde.

Así como muchos rescatan el aporte que hiciste jugando en el torneo, también hay otros que aseguran que por tu nivel es probable que lleguen ofertas para partir...

-Uno lee esas cosas y también me han contactado. Ya hablé con mis agentes y les dije que este año no consideren ninguna opción a menos que sea una oferta impensada que nos convenga a todos, principalmente al club. Pero les expresé que independiente de cómo estén las cosas en la campaña de este año, me quiero quedar a cumplir mi contrato y después se verá lo que corresponda. Hoy me concentro en ayudar a Cobreloa a hacer una buen año y volver a empezar a ganar.

¿Entonces no descartas quedarte a extender el vínculo en Calama?

-Estoy cómodo, me gusta el club y si es Cobreloa u otro equipo el que quiere contar conmigo más adelante, tendremos que sentarnos a conversar. Lo que pase de acá a fin de año no lo puedo saber pero hoy no me cierro a ninguna opción que venga.

Los números del torneo de Primera División son crueles con Nicolás Avellaneda. El golero (30) que llegó este año desde San Luis de Quillota para adueñarse del arco de Cobreloa desde al segunda fecha recibió 23 de los 29 tantos que hoy lo tienen con la valla más batida del campeonato. Sin embargo, el trasandino aparece dentro de los favoritos a la hora de buscar a los mejores porteros de la competencia, quedando como una de las grandes incorporaciones naranjas del año.