Nano Stern, el músico chileno que se aproxima a celebrar 20 años en los escenarios, cuenta que una de las mejores partes de su trabajo es conocer distintos lugares y culturas, así como a colegas y escenarios. "Se van acumulando kilómetros y experiencias, pero por sobre todo afectos", especifica el cantautor que presenta una nueva formación en formato trío, acompañado de dos multiinstrumentistas como él -Cristián Carvacho y Ramiro Durán- con quienes recorrerá ciudades de Chile, Argentina y la capital de Uruguay
Sobre esta gira, que lo llevará a Viña del Mar, Talca, Concepción y Puerto Montt, además de Buenos Aires y Montevideo, cuenta que le gusta mirar el trabajo creativo que comenzó en 2005 y presentar en un solo concierto ese recorrido. Además tendrá presentaciones en Bariloche y en San Martín, así como en pequeños lugares como Fiske Menuco, Lago Puelo y Angostura.
"Bueno las giras suelen tener esos constrastes interesantes entre ciudades muy grandes como Buenos Aires, Santiago, Montevideo, capitales, y luego pueblitos muy pequeños, lugares donde a veces uno nunca ha estado, no conoce a nadie, a mí me encanta también poder pasar por ahí, hay una cercanía muy distinta con la gente, la gente está mucho más ávida de cosas también y hay una apertura distinta porque la gente en las grandes ciudades, siento yo, me pasa a mí también que vivo en Santiago, termina como mpermeabilizándose un poquitito frente a tanto estímulo al que estamos sometidos constantemente, y eso no pasa tanto en los lugares más pequeños, en las comunidades que tienen un contacto mucho más cercano con su tierra, así que yo agradezco mucho poder pasar por ambos tipos de lugares", acota.
Stern describe el nuevo formato de la banda y enfatiza que son "multiinstrumentistas en serio, tocamos muchos instrumentos cada uno y eso se nota en el concierto, es muy entretenido, le da una dimensión de sorpresa constante, creo yo que es bastante fascinante de ver como los instrumentos deja de ser un objeto de fetiche de cada uno y pasan a ser una cuestión colectiva que van y vienen, y las canciones están sonando distinto".
-Cuéntame de la nyckelharpa escandinava que sumaron, ¿cómo la descubriste?
-El nykelharpa o también violín de teclas es un instrumento que conocí viajando por Francia en un festival de músicos y constructores de instrumentos. Fue amor a primera vista, me demoré mucho tiempo en poder hacerme de uno y aprender a tocar pero de eso ya van a ser quizás diez años y es una parte central de mi quehacer, es un instrumento muy curioso, pero que más allá de su exotismo es muy hermoso en su sonoridad y produce un placer muy especial al tocarlo.
Encuentro con ortiga
En el año 2004 Stern abandonó Santiago y su estudios de música y partió a Europa con tres papelitos en la mano que al llegar a destino, que era Alemania, se dio cuenta tenían anotado el mismo número de telefóno. "Era el contacto con la gente de Ortiga, un emblemático grupo de músicos chilenos en el exilio que me recibieron y me dieron un lugar y un trabajo tocando con ellos. Peo más allá del trabajo me dieron la oportunidad de aprender de su increible experiencia, para mí fue un momento muy fundacional, aprendí mucho de música y también aprendí de una parte de la historia de Chile que te la tienen que contar quienes hayan vivido y guardo por siempre un cariño muy grande con ellos y creo que dejaron una marca en mi camino para siempre", recuerda.
-¿Cómo era el Nano de esos días?
-Bueno, yo con veintipoquitos años era un poquito más jipi, era muy arrojado, era muy a lo que viniera y lo que sí creo que permanece es una pasión por la música que me hace ir a todas.
-El año pasado lanzaste Nano Stern canta a Víctor Jara, ¿cómo te sentiste apropiándote de un repertorio tan querido y universal?
-Fue la oportunidad de profundizar mucho en su obra, en sus canciones, en su mundo poético, en su manera de hacer música, de tocar la guitarra -que era tan particular- pero por sobre todo en lecciones enormes que dejó como artista en su profunda dimensión humana y moral. Creo que en un mundo tan movido como el de hoy es importante mirar a los grandes maestros del pasadoy creo que seguiré por el resto de mi vida procesando esa experiencia.