Los números que condenan el proceso de Astorga y ponen en duda su continuidad
El ambiente es más tenso que nunca. Y como suele pasar en un club con tanta resonancia, el evidente quiebre entre la hinchada y el cuerpo técnico por los malos resultados llegó a su peor momento en los dos años en que Emiliano Astorga lleva dirigiendo la banca naranja.
Por eso, como en demasiadas ocasiones, la defensa del proceso llegó desde el ayudante técnico Diego Silva, quien se refirió al momento del equipo con declaraciones que aparecen como inoportunas e inentendibles. El "escudero" del DT aseguró tras el 6 a 0 en Chillán ante Ñublense que "hemos pasado muchas veces por situaciones parecidas y hemos salido adelante con trabajo. Estamos muy fuertes". Y la verdad es que no existe tal clima de tranquilidad y hoy es imposible ocultar la interna.
Conformación del plantel cuestionada, un equipo que viene a los tumbos y que en los últimos cinco partidos encajó 14 goles en su valla, con la paradoja de que el golero argentino Nicolás Avellaneda fue la figura de la cancha en todos esos duelos, evitando cerca de 10 tantos más con tapadas de gran nivel ponen en duda ese gran respaldo que tiene el adiestrador como carta de presentación: su capacidad para armar equipos desde atrás hacia adelante y trabajar con solvencia en la parte defensiva.
Y como suele pasar en los "Zorros", las derrotas alientan cierta mitología en cuanto a informaciones que surgen desde fuera del camarín. Se habla de un vestuario quebrado, de jugadores "tirando para atrás", un rumor quizás alentado por las críticas de los mismos futbolistas contra el planteamiento del DT en juegos como contra Universidad de Chile en casa o incluso, tras la victoria con Colo Colo en el Monumental. En ambas situaciones, hubo pupilos del estratego que salieron a remarcar la necesidad de no cambiar el sistema dentro de los partidos o abogaron por defender mejor para no verse tan agobiados por el rival.
Hasta se habló de que Astorga puso cargo a disposición tras el desastre en la capital de Ñuble, en el mismo estadio Nelson Oyarzún. Una situación que dista de la realidad, ya que con suerte hubo diálogo del cuerpo técnico con los jugadores y la charla sobre la continuidad se dio en Concepción, donde el gerente deportivo Jorge de Olivera volvió a poner paños fríos y a exigir que la situación se levante cuanto antes.
El jefe de la delegación que viajó a Chillán tiene la instrucción desde principios de año a nivel de directorio. No entrar en gastos innecesarios por cambios repentinos que generen indemnizaciones que hoy, Cobreloa no puede pagar. De alguna forma, el pésimo momento tiene a todas las partes esperando una señal desde el lado contrario. Y el choque del próximo domingo frente a Everton en casa puede marcar la inflexión definitiva.
Si se gana, Cobreloa escala a puestos de copas internacionales. Si pierde, habrá un sector de la hinchada presionando por la renuncia del adiestrador. Pero si se juega mal, independiente del resultado, la olla a presión podría reventar...
Números
La molestia del fanático tiene razones indesmentibles. Pese a los incuestionables logros deportivos del DT en sus temporadas en Calama, hay goleadas que tienen a Astorga cuestionado y con enorme presión detrás.
Sólo esta temporada, los mineros ya perdieron 5 a 0 ante Palestino y 6 -0 con Ñublense, más un 3 a 0 contra Audax Italiano en Calama que aparece como imperdonable. Se suman el 5 a 0 ante Deportes Copiapó en la final por el Ascenso en 2022 y el 4 a 1 en contra en el clásico regional con Antofagasta en 2023.
Si bien no existe riesgo de descenso, Cobreloa viene con números poco alentadores. Se estancó en 13 puntos y tiene uno menos que los 14 que llevaba a la misma altura del campeonato en la temporada 2014-15, cuando finalmente descendió.
Pero la tabla refleja el problema en la conformación defensiva del equipo. Son 21 goles en contra -los mismos que Deportes Copiapó, el colista- con sólo 10 tantos anotados los convierten en el equipo de peor diferencia de gol en todo el torneo. Y de esos 21 tantos recibidos, les han anotado, 14 fueron en la primera parte, lo que condiciona su posibilidad de sostener funcionamiento y no tener que salir a dar vuelta un resultado.
Además, el factor de ausencias también cuenta. Cobreloa ya suma a Francisco Arancibia, Juan Leiva, Rodolfo González, Christian Bravo, Yerko Águila, Bairon Monroy, Marco Borgnino y Nicolás Palma fuera por lesiones musculares. Diego González, Cristian Insaurralde y Bastián Valdés se ausentaron por otro tipo de dolencias, algo que según el cuerpo técnico se genera por cansancio. ¿Con un tercio de año jugado ya adolece la mala preparación y el bajo rendimiento físico?
Ese 43,3% de rendimiento general y un pobrísimo 46, 6% en casa, condición donde iban a basar la campaña, hoy dicen que las evaluaciones están al debe. Aunque la idea de analizar cambios recién a fines de la primera rueda siga siendo el discurso desde el club.