El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quiso dejar claro este miércoles que nadie le va a dictar cómo responder al ataque de Irán, justo después del encuentro que mantuvo en su oficina de Jerusalén con el ministro de Relaciones Exteriores británico, David Cameron, y su homóloga alemana, Annalena Baerbock.
"Agradezco a nuestros amigos su apoyo en la defensa de Israel y todos sus consejos. Pero quiero ser claro: tomaremos nuestras decisiones nosotros mismos", aseveró el mandatario al inicio de una reunión con los miembros de su Gobierno.
De esta manera, Netanyahu buscaba lanzar un mensaje contundente a sus principales socios, que ya dan por sentado que el país actuará contra Teherán, y ahora temen que el contraataque acentúe la delicada situación que ya vive la región.
"Sus huellas ensangrentadas están por todas partes, pero no les permitiremos avanzar", aseveró el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, durante una visita al asentamiento ilegal de la Cisjordania ocupada donde el pasado sábado el Ejército encontró sin vida el cuerpo del niño judío Binyamin Achimair.
La búsqueda del menor desencadenó enfrentamientos entre colonos armados, amparados por soldados israelíes, que en la última jornada dejaron un palestino de 25 años muerto por herida de bala y al menos 25 heridos en la aldea de Al Mughayir, al noreste de Ramala y muy cerca del asentamiento.
"Incluso aquí en Cisjordania, Irán intenta incitar al terrorismo, transfiriendo armas y fondos y dirigiendo ataques para dañar a los ciudadanos de Israel", agregó Gallant.
El objetivo de la visita de este miércoles de Cameron y Baerbock era el de trasladar a Israel su apoyo, pero también pedirle que sea prudente ante la respuesta que planea contra Teherán.
Lo dijo antes de aterrizar en Tel Aviv Cameron en declaraciones a la BBC: "Israel es un país soberano independiente y puede tomar estas decisiones (en referencia a una respuesta militar). Esperamos que, al hacerlo, lo hagan de una manera que sea inteligente y también dura, pero que también haga lo menos posible para intensificar este conflicto".
Amenaza de irán
El presidente de Irán, Ebrahim Raisí, afirmó por su parte que su país podría haber destruido Israel en el ataque del sábado con cientos de misiles y drones, pero que optó por un ataque "limitado".
"La (operación) 'Promesa Verdadera' fue una acción limitada y no integral. Si hubiese sido una acción a gran escala, no quedaría nada del régimen sionista (Israel)", aseguró Raisí durante un discurso por el Día Nacional del Ejército.
Frente a Raisí desfilaron efectivos de Fuerzas Armadas iraníes, además de drones, vehículos blindados y misiles en Teherán, unos desfiles que se repitieron en otras ciudades en una exhibición del poderío militar del país.
"Si el régimen sionista comete la más mínima agresión en nuestra tierra, recibirá una respuesta feroz y severa", advirtió de nuevo el mandatario, que en los últimos días ha repetido amenazas contra Israel.
A su turno, las Fuerzas Aéreas iraníes advirtieron que tienen los aviones cazas de combate rusos Sukhoi Su-24 listos para "golpear objetivos" si el "enemigo" comete errores estratégicos, en una aparente referencia a una posible represalia de Israel.
"Estamos listos para golpear objetivos, especialmente con los Sukhoi-24", dijo el comandante de las Fuerzas Aéreas iraníes, el general de brigada Hamid Vahedi, informó el medio Iran Nuances.
"Si el enemigo comete un error estratégico, recibirá un golpe que no podrá responder", aseguró Vahedi en un discurso a propósito del Día Nacional del Ejército, que se conmemoró con desfiles militares a lo largo del país.
Posibles sanciones
Diferentes líderes de la Unión Europea (UE) se mostraron a favor de incrementar las sanciones contra Irán contra Israel, en represalia por haber bombardeado su consulado en Damasco y haber matado, entre otros, a miembros de la Guardia Revolucionaria.
Los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete llegaron a la cumbre de dos días que iniciaron ayer en Bruselas para hablar de la situación internacional y la competitividad europea solicitando moderación a todas las partes para que la crisis no se extienda por todo Oriente Medio.