Carabinero mártir
La policía uniformada está enfrentando delitos cada vez más complejos, lo que exige más prerrogativas, pero también más preparación.
Casi 1.300 mártires registra Carabineros en su historia. El último caso es el teniente Emmanuel Sánchez, funcionario asesinado el miércoles pasado en Santiago, un hecho ocurrido a poco más de un año del asesinato del cabo Daniel Palma, quien falleció el miércoles 5 de abril de 2023 producto de un proyectil balístico que impactó en su cabeza en el marco de un procedimiento policial.
El deceso de Sánchez se produce en un momento de creciente preocupación por los niveles de inseguridad, en particular por los delitos de alta connotación social, como este caso: el ataque y crimen de un uniformado.
La muerte del teniente Sánchez -de paso por nuestra Región- tiene también varias repercusiones en lo político, además de alimentar el encono que se está gestando entre la población criolla en contra de los inmigrantes, en particular venezolanos, quienes aparecen vinculados con el crimen del carabinero. Eso se ha tornado peligroso al acusar a toda una nacionalidad de determinados comportamientos o características.
La terrible muerte del teniente Sánchez es también un nuevo ejemplo de cómo ha cambiado el accionar de delincuentes: más osados, agresivos y dispuestos a enfrentar a quien se ponga por delante.
Es bastante estéril el discutir respecto a cuánto asidero tiene el miedo nacional al delito, considerando que hay cifras y mejoras observadas en varios indicadores. Deberá reconocerse que muchos ciudadanos ya no denuncian por desconfianza en el sistema, al considerar que poco o nada se consigue iniciando un proceso.
Las personas están dejando de ver en el sistema de Justicia el camino correcto y único para enfrentar estos hechos.
Será inevitable discutir otra vez la necesidad de mayores atribuciones para la policía uniformada, teniendo presente la nueva forma de delinquir, pero también habrá que exigir una preparación más exhaustiva de los carabineros.