Ricardo Pinto Neira

Las lesiones siempre juegan un papel importante en el trabajo de planificación de Emiliano Astorga, quien en las cinco fechas que ya transcurrieron del torneo aún no puede contar con el contingente completo de su plantilla para un duelo oficial.

Esta vez, el partido ante Unión Española dejó varios resentidos que se suman a los que ya venían ausentes de las citaciones por problemas físicos. Y la primera noticia confirmada para el choque del domingo 31 ante Universidad de Chile será la ausencia de Marco Borgnino, el volante ofensivo que anotó el tanto del triunfo el sábado pasado y presenta un desgarro que lo tendrá por lo menos durante 20 días alejado de las prácticas normales junto al resto del grupo.

Fue el propio jugador quien especificó que "dependerá de la evolución que tenga la lesión en el proceso de recuperación y podría ser hasta y tres semanas antes de volver a jugar. Hay que pensar en superar rápido la lesión porque son temas que uno no espera y lo importante es que el equipo está ganando. Y eso motiva para que todos queramos estar pronto a disposición del técnico", comentó.

Otro de los que sigue trabajando para llegar al juego contra los azules es el capitán Rodolfo González, quien presenta un desgarro miofacial en uno de sus muslos desde el choque contra Unión La Calera y se quedó fuera de la última nómina en casa.

"Rolo" afirmó que "mañana -hoy- tengo una ecografía de control para ver cómo va evolucionando el tema y ahí veremos qué viene para reintegrarse a las prácticas normales", confiando en que podría llegar al próximo juego frente a los laicos.

Hay dos futbolistas más que salieron con dolencias de la última expedición del equipo en Calama y van evolucionando con el pasar de los días. El volante Christian Bravo se contracturó pero estaría en condiciones para el próximo desafío, lo mismo que Cristian Insaurralde, que jugó con una fuerte dolencia costal.

A santiago

Uno de los futbolistas que más se extraña en la variante ofensiva del equipo es el atacante Bastián Valdés, quien salió lesionado tras una fuerte torcedura de rodilla en el debut con Huachipato, cuando recién llegaba unos minutos en la cancha viniendo desde la banca.

Una lesión que hizo pensar lo peor y que el mismo extremo se encarga de aclarar. "No fue tan grave como se vio en las imágenes. Viajo ahora a Santiago y me haré el examen respectivo para saber si la recuperación ya está completa y después poder hacer el reintegro en esa semanita que viene y poder estar quizás dentro de dos semanas más. Eso por el trabajo que se debe hacer pensando en el tiempo que estuve parado", afirma.

El "Bose" confirma que tuvo una pequeña rotura de menisco en la zona posterior y una distensión del ligamento cruzado, algo que en principio se diagnosticó de forma más grave y con el pasar de los días fue mejorando. "Era la primera lesión de cuidado que tenía en mi carrera y me asusté mucho. Pero pese a ello no dejé de trabajar, estuve con mucha terapia con los kinesiólogos de acá, me han hecho fortalecimiento y aprovecho de meterle harta pesa y gimnasio y para mantenerme. Ahora, ya sabiendo el resultado del examen confío en que pronto podré volver a jugar", dijo.

Dos días tuvo el plantel de Cobreloa para descansar y varios aprovecharon de desplazarse a sus ciudades de origen para compartir con la familia. Y pese a que es nortino, Bairon Monroy tiene que combatir con una lejanía marcada por la poca conexión.

Sus compañeros pueden tomar un avión a la zona central y acortar los tiempos. Pero él debe hacer todo el traslado de los 600 kilómetros entre Calama y Arica por tierra, en un trayecto que evidentemente es más largo y complejo.

"Igual pude ir, me fui en una camioneta y alcancé a estar con mi gente, con mis hermanos y poder verlos después de mucho tiempo. Ellos están contentos por el momento que estoy viviendo y eso también es motivante para seguir tratando de hacer buenas actuaciones en mi primer año en Primera División", relata el delantero de 24 años que al fin tuvo su esperado encuentro con el gol en el duelo de Cobreloa ante Unión La Calera.

Pese a que estuvo muchas veces en el radar de equipos de la categoría, Monroy recién puede conocer la experiencia de medirse en la serie de honor como siempre esperó en su carrera de artillero en "Los Bravos", jugando por el Ascenso.

"Hay diferencias y uno las va notando semana a semana, Están las que dicen todos, eso de que si cometes el más mínimo error, los rivales lo aprovechan porque hay una mucho mejor línea técnica. Pero también está el tema del cuidado del jugador, que debes ser mucho más riguroso con el entrenamiento y la vida fuera de la cancha. En esta división, los futbolistas se cuidan mucho más, con la dieta, con el descanso, por ejemplo", afirma.

Contra los "Cementeros" se le abrió el arco justo cuando varios empezaban a criticar sus primeras actuaciones en Cobreloa y reconoce que "uno siempre quiere anotar pero estaba tranquilo porque tenía la confianza del grupo y del cuerpo técnico y sabía que en cualquier momento se me iba a dar. Y en La Calera por suerte estuve en el momento justo para poder ayudar al equipo".

Sobre sus expectativas individuales en un equipo que pretende pelear por objetivos de copa internacional, "Gohan" -segundo nombre que le puso su madre por el fanatismo hacia la serie Dragon Ball Z- reconoce que quiere aprovechar la oportunidad en un club importante como Cobreloa.

"Quiero que este año sirva para consolidarme, ojalá aportar con varios goles a la campaña del equipo y así seguir teniendo oportunidades de sumar minutos y experiencia. Después veremos si eso alcanza como para seguir algún año más acá en Calama o si puede ser en otra parte" finalizó el goleador.