El respeto de los acuerdos
Lo ocurrido en el Senado es una muy mala señal para las esperanzas en que el país avance sobre la base del valor de un pacto firmado o de palabra. No honrarlos atenta contra el desafío de privilegiar temas comunes. Será difícil volver a hablar de la política de los acuerdos y de la importancia de ceder para que otros cedan en beneficio del bien común de una nación.
Es sabido que por años los cargos de la testera del Senado y la Cámara Baja se manejan bajo la fórmula de acuerdos administrativos. En lo principal, por no tener los votos suficientes para imponer una sola postura y también para abrir posibilidades de liderazgos a las distintas corrientes políticas y parlamentarios.
Este sistema había funcionado bien, incluso en momentos en que un cambio se hacía difícil debido a la gestión de la mesa saliente y a los desafíos del país. Allí prevaleció lo consensuado y el respeto por lo acordado bajo la premisa que es mejor honrarlos que desconocerlos.
Lamentablemente en la jornada del martes hubo quiebre inesperado en el Senado, donde los votos comprometidos para la presidencia de Pedro Araya no estuvieron. No se respetó y la figura del candidato García Ruminot se impuso, sepultando el acuerdo administrativo.
Ayer la conformación de las directivas de las comisiones vivió otro episodio, porque forman parte del entendimiento macro. Una de las mesas no se pudo conformar y quedó a la espera e una próxima reunión.
Se lamenta que haya sido el Senado que envíe esa señal negativa respecto a lo que es ser parte de acuerdos que no se respetan, en este caso particular por ambiciones personales. Lo que se lamenta es que desde allí salían los ejemplos de cómo dialogar, de cómo reunirse y de cómo convenir en beneficio del país.
Esto se rompió y hace justificable lo que piensan miles de chilenos quienes otorgan un exigua aprobación a la labor parlamentaria.
Con ello se acrecienta la idea de que las aspiraciones personales pueden estar por sobre convergencias que le den sustento al país. "Primero yo, segundo yo..."
Será difícil volver a hablar de la política de los acuerdos y de la importancia de ceder para que otros cedan en beneficio del bien común de una nación.