Artista loíno expone sobre apachetas: construcciones de orientación y localización de lugares sagrados
TRADICIÓN. Las antiguas rutas caravaneras del norte usaron estos montículos como guía y refuerzo espiritual que revive Álvaro Loins en su exposición en la Galería Pablo Neruda.
Mediante esculturas, acuarelas, dibujos y oleos, el arquitecto y pintor, Álvaro Loins, mostrará -hasta el 8 de marzo- la exposición "Cartografía del ser: Una mirada a la Apacheta" en la Galería Pablo Neruda, donde se instaló sus obras que representan estas construcciones antiguas de los ancestros de la región, quienes usaban estos montículos de piedras como guía en las rutas caravaneras, las cuales podían ir de cordillera a costa.
Las apachetas se encuentran en cerros de Calama y Alto Loa. Se usaban para indicar zonas de descanso, como también lugares ceremoniales llamadas huacas, las cuales existen en la región de Perú y Bolivia, y que fueron un foco de destrucción durante la conquista para erradicar religiones andinas, sobre las cuales se instalaron cruces de la cristiandad.
"Existen muchos tipos de apachetas. Existe el que estoy exponiendo ahora, que es una reinterpretación, donde eran grandes, eran donde estaban los lugares difíciles. Luego estaban las apachetas pequeñas que eran de tres a cuatro piedras, que indicaban sectores donde ibas bien por el camino. Y otros que iban situando más tambos, que eran entre dos a cinco apachetas situadas juntas. Entonces con eso ellos podían generar un mapa, que si bien no estaba escrito, estaba escrito en la tierra", explicó Álvaro Loins.
El libro Narraciones y Crónicas del Norte Andino (1972) de Héctor Pumarino Soto, indica que el pasado sigue a la vista, sobre todo en los Caminos del Inca, del cual quedan posadas en el trayecto entre Calama y Chacance. "Hay también apachetas en la parte alta de los lomajes de los caminos; esos montículos artificiales a los cuales cada viajero aborigen agregaba una piedra más, impregnada de un salivazo de coca, para conjugar maleficios, y como una prez de buena suerte en el resto de la ruta", dice el libro sobre estos estos caminos construidos por trabajadores de pueblos vencidos por los incas que, luego de la ñusta, los guerreros y las llamas cargadas, iban al final de las caravanas del monarca, acompañados de música triste en quenas y sicus, representando el dolor de la esclavitud.
Última caravana
En el año 2000, en el documental La última caravana del programa Al Sur del Mundo, el arqueólogo Lautaro Núñez invitó a un grupo de ascendencia aymara a realizar un recorrido como los antiguos caravaneros, acompañados de animales y provisiones, el cual lograron durante ocho días desde el Salar del Huasco hasta la costa de Iquique por playa Caramucho. Trayecto en el que aparecen apachetas en las que se detienen a descansar y pedir un buen retorno.
El autor de la exposición relató que ha visto apachetas en el norte de Chile y en Perú, motivándolo a realizar esta exposición sobre estos elementos de la cultura de Los Andes que entregan orientación, refuerzo espiritual e información de los lugares.
Loins explicó que, en estos tiempos, una apacheta puede asimilarse a un signo pare o hasta una animita. "Podría ser el cruce que va yendo para Tocopilla también. Son lugares que tienen una envergadura distinta", dijo Loins, invitando a visitar su exposición en el centro de la ciudad.
"Existen muchos tipos de apachetas. Existe el que estoy exponiendo ahora, que es una reinterpretación, donde eran grandes, eran donde estaban los lugares difíciles".
Álvaro Loins, Artista
"Podría ser el cruce que va yendo para Tocopilla también. Son lugares que tienen una envergadura distinta".
Álvaro Loins, Artista