Ricardo Pinto Neira

Que a esta altura del año, cuando recién transcurrió una fecha del torneo de 2024 ya hay un quiebre evidente entre el fútbol chileno y las autoridades es una verdad que emerge por sí sola. Se dan la mano pero no se palmotean la espalda. Y las decisiones que se están emanando desde las oficinas de Estadio Seguro y las Delegaciones Presidenciales definitivamente están encontrando rechazo y cuestionamiento más allá de los clubes, además de rozar el límite de la ilegalidad y el descriterio.

A la mentada solicitud de empadronar a los fanáticos en el Registro Nacional de Hinchas -una situación que varios expertos en legislación ya salen a alertar debido a su cercanía con la infracción a las leyes del consumidor en Chile- se suma el tema de los aforos y determinaciones específicas para los partidos de la competencia.

Y Cobreloa ya se ha visto perjudicado directamente en dos semanas consecutivas. Primero, con la determinación de la Delegación Presidencial Provincial de disminuir la capacidad de venta de tickets de 8 mil a 6 mil en Calama por "temas de seguridad" a un castigo implícito al club en su primer compromiso como forastero, de este sábado 24 de febrero, cuando visiten a Palestino en el estadio Municipal de La Cisterna a las seis de la tarde.

Una determinación que se veía venir, ante la decisión de cambiar la programación del duelo en la capital entre Universidad de Chile y Audax Italiano, agendado primeramente a las 20.30 horas en el Estadio Nacional y que con el correr de los días fue movido a la misma franja del choque entre tricolores y mineros.

Junto con definir la baja de aforo en ese espectáculo de 43 mil a 32 mil espectadores, la decisión por capacidad de contingente policial disponible afectó directamente a Palestino, quien sufrió disminución de público autorizado al recinto de La Cisterna y además, un aumento en la contratación de seguridad privada para un evento de baja convocatoria. Con ello, al organizador no le quedó otra alternativa que vetar la venta de tickets para hinchada visitante, lo que afecta directamente a los cientos de fanáticos de la capital y el sur que esperaban ver a los naranjas otra vez jugando un partido en Primera División.

Una determinación que fue duramente criticada por el medio en general y en donde Palestino confirmó la medida impuesta salió al paso con una declaración pública en donde especifica que "se resolvió también uniletaralmente una dismunición del aforo del estadio, junto con un aumento de la dotación de guardias privados para reforzar la seguridad. Lamentamos profundamente esta discriminación que hace la autoridad con nuestro club por el vandalismo de hinchas de otros clubes, situación que excede de nuestras posibilidades, ya que siempre nos gusta recibir la mayor cantidad de hinchas de Palestino y sobre todo recibir público visitante en lo que es nuestra casa".

Efectivamente, si bien el promedio de público del Municipal de La Cisterna es de 3 mil espectadores, en la tienda de "colonia" reconocían la expectativa que generaba ver al Campeón del Norte en su cancha este fin de semana y por ello, enviaron un plan de contingencia a la Delegación Presidencial Metropolitana con petición de 5500 espectadores autorizados para llevar a cabo el evento. Si bien se consideró adelantar el horario del encuentro, las bases del Sifup sobre no jugar duelos en la franja horaria de las 16 horas durante el verano echó por tierra esa idea.

Pero allí llegó la mano de la autoridad. Conociendo de la expectativa que genera Cobreloa en su retorno a la serie de honor y por ende, la posibilidad de contar con miles de sus fanáticos en el estadio, se determinó bajar la capacidad de aforo a 3800 por seguridad, con la imposición de aumentar considerablemente el número de guardias privados para garantizar la tranquilidad.

Ante la disyuntiva y el costo que significaba, la única opción viable para Palestino de tener esa capacidad al interior del recinto sin incurrir en más gastos económicos era prohibir el ingreso de hinchas visitantes, una decisión que comunicó ayer, con el sabido perjuicio de ingresos que le significa no albergar a los cobreloínos en sus gradas.

Molestia

Si bien no afecta a su base económica, que es el hincha local que va a los duelos en el Zorros del Desierto, en Calama no se oculta la decepción por tener que enfrentar una jornada tan especial para el fánático naranja sin la posibilidad de tenerlos alentando en las tribunas como era esperable por todo el medio futbolístico nacional.

El presidente del club, Marcelo Pérez remarca que "nos parece una pésima medida contra nuestra hinchada que es familiar y que tanto en la región Metropolitana o desde la de Valparaíso se estaban organizando para ir a este partido porque ellos estaban deseosos de ver a Cobreloa retornando a Primera División, contra un equipo que viene de ganar en Copa Libertadores y que sin duda, iban a dar un lindo espectáculo. La hinchada nuestra se caracteriza por ser tranquila y nunca hemos tenido un antecedente de que jugando como visita en algún estadio de Chile se haya tenido que lamentar la presencia de nuestra gente".

El mandamás del club afirma que "este tipo de decisiones no hace más que alejar a la familia del fútbol, entendemos que esta decisión puede estar influenciada por la reprogramación del partido de Universidad de Chile pero sin duda que en esta pasada nos vemos profundamente perjudicados".

El directivo lamenta las situaciones que vienen marcando la realidad del fútbol chileno y en donde Cobreloa se ha visto directamente afectado. "En el caso del partido con Palestino, nosotros como equipo visitante no tenemos mucho que decir porque el organizador del evento es Palestino. Pero creemos que esta decisión, así como la implementación de Registro Nacional de Hinchas que se tiene que ir adecuando de la mejor manera para nuestra gente porque en Calama también hay hinchas de otros clubes que quieren ver fútbol, sin duda que van alejando a las familias de los estadios por hechos que suceden con otras barras y que afectan directamente al hincha que quiere ir a disfrutar de un partido", dijo.

El capitán de Cobreloa, Rodolfo González también se refiere a esta realidad. "No puede ser que los criterios sean los mismos con equipos que tienen buen comportamiento y las hinchadas que siempre son las que generan problemas. Primero vimos como nos bajan el aforo a nosotros y ahora esto. Uno espera que también consideren a los clubes que no dan problemas porque también somos parte de la actividad", señaló.