Karen Elena Cereceda Ramos
Hoy, 13 de enero, se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra la Depresión. Una fecha que llama a reflexionar sobre esta enfermedad que afecta a aproximadamente 280 millones de personas en el planeta, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La depresión es un trastorno mental caracterizado por una tristeza persistente y la pérdida de interés o placer en actividades cotidianas. Puede causar ansiedad, insomnio, pérdida de apetito y falta de interés o placer por realizar diferentes actividades, así como afectar a las actividades laborales, escolares y familiares.
El objetivo de esta conmemoración es sensibilizar y concientizar sobre esta patología vinculada a la salud mental y que, según estudios realizados a nivel mundial, aumentó tras la pandemia del coronavirus.
A nivel nacional y de acuerdo con la séptima ronda del "Termómetro de Salud Mental en Chile Achs-UC", un 13% de los encuestados presentó síntomas de depresión.
Al respecto, Armando Enríquez, jefe de Gestión Clínica de Achs Salud, dice que "la depresión es más común de lo que se cree, y prevenirla es crucial para lidiar de mejor forma con nuestro quehacer diario. Tener hábitos saludables es clave, ya que la salud mental y física están intrínsecamente entrelazadas. Además, el abordaje efectivo requiere de una perspectiva integral desde diversas aristas.", detalló.
En este sentido, el especialista elaboró una lista con cinco hábitos que ayudan a prevenir este trastorno (Ver recuadros).
Verano y depresión
Existe una importante relación entre la exposición a la luz solar y algunos trastornos depresivos. Incluso existe un diagnóstico llamado "trastorno afectivo estacional" en donde los meses con menor cantidad de luz registran una mayor sintomatología anímica depresiva.
De esta forma existe una relación entre salud mental y los cambios de estaciones, que en este caso sería el paso de primavera a verano. En resumidas cuentas, para el especialista, la época estival es una oportunidad para mejorar ostensiblemente nuestra salud mental, aprovechando la mayor cantidad de horas de luz.
Sobre ello, el jefe del Servicio de Psiquiatría Adulta del Hospital Regional de Antofagasta, doctor Álvaro Pizarro comenta que existen investigaciones que han logrado establecer relaciones entre los ciclos estacionales y las condiciones de la salud mental, sobre todo en algunos trastornos psiquiátricos.
"Hay estudios, que se han hecho en distintas partes del mundo, donde revisaron las tasas de consulta de las personas con sus equipos tratantes o servicios de urgencia y vieron en qué periodos de tiempo hay más demanda".
Agrega que Hay dos periodos con mayores consultas: en otoño y en primavera, mientras que, al contrario, es en verano donde hay menores tasas de requerimientos. Eso es en cuanto a enfermedades mentales, que habría que diferenciar con un concepto más amplio llamado salud mental, resalta Pizarro.
"Cuando hablamos de salud mental es muy importante el autocuidado y cuáles son mis acciones intencionadas para mejorar mi calidad de salud mental" comenta. Consejos prácticos en este sentido son acciones simples como caminar, pasear y el trekking o excursionismo. "Está demostrado científicamente que estas actividades tienen un impacto positivo en la salud mental", asevera.
Adolescentes
Un estudio post pandemia de la Unicef indicó que uno de cada siete adolescentes, entre los 10 y 19 años, padece de este diagnóstico a nivel mundial. Una realidad preocupante, ya que casi 46.000 adolescentes optan por quitarse la vida cada año, situando al suicidio como una de las cinco principales causas de muerte para este grupo de edad.
Según Stephanie Geywitz, psicóloga infantil de RedSalud, aunque los trastornos de salud mental deben ser diagnosticados por profesionales, existen señales en el comportamiento de los niños y jóvenes que las personas pueden identificar, las cuales pueden ser clave para realizar una evaluación clínica a tiempo y acceder al tratamiento necesario.
"En muchas ocasiones, resulta abrumador no comprender plenamente el pensamiento de una persona afectada por la depresión, y lidiar con ello en menores de edad se torna aún más desafiante debido a su etapa de desarrollo", señala.
La psicóloga infantil proporciona algunos consejos para reconocer síntomas de esta enfermedad, como la alteración de hábitos como el sueño y la dieta diaria. "Se produce un desbalance que termina en un exceso o escasez de comidas o de tiempo destinado a dormir", comenta la psicóloga.
Ánimo decaído, ello es poca motivación, tristeza o sensación de cansancio son señales que podemos percibir en los niños o niñas afectadas. "En general, lo más destacado será la falta de energía para participar en actividades, considerando que, a esa edad, su curiosidad por explorar el mundo es lo que más los caracteriza."
Inestabilidad emocional. La depresión ocasiona cambios en nuestra personalidad, los cuales aumentan a medida que se arraiga o profundiza en nuestro ser. La psicóloga infantil sostiene que, "los cambios de humor, sensibilidad o irritabilidad, sobre reacciones o apatía se convertirán en cualidades comunes en nuestros niños y niñas".
Y por último, ansiedad: Aunque son trastornos distintos, es posible que se manifiesten de manera conjunta. Si los niños no logran superar los miedos y preocupaciones comunes de la infancia, o si estos afectan significativamente sus actividades podría considerarse el diagnóstico de esta enfermedad.