EL FEMINISMO YA NO ES "TABÚ" PARA MUJERES DE LA CUENCA SUR DEL MEDITERRÁNEO
ENCUENTRO . Hace poco era impensada la discusión pública por los derechos de las mujeres y el acceso a esferas de decisión.
Agencia EFE
Las jóvenes mujeres de la cuenca sur del Mediterráneo, especialmente aquellas con acceso a estudios superiores, dejan atrás el hasta ahora "tabú" del papel de las mujeres fuera de casa y empiezan a alzar la voz por sus propios derechos hasta el punto de hablar ya de una "ola feminista propia".
La joven politóloga y emprendedora medioambiental egipcia Nour Mohamed y la activista y creadora de contenido libanesa Mariam Bachat, seleccionadas para participar en España en un encuentro de jóvenes comprometidos con el futuro inclusivo y sostenible organizado por la Unión por el Mediterráneo (UpM), reivindican mayor presencia de las mujeres de la región en la esfera pública.
Ambas coinciden en apuntar la brecha que se abre entre la generación de sus padres y la suya propia en lo que tiene que ver con el feminismo, un tema que Bachat reconoce es "tabú" en la mayoría de hogares, especialmente del ámbito rural.
"Cada vez veo más amigas, y yo misma, que nos interesamos por esa conversación, la de las mujeres, e incluso lo externalizamos en redes sociales. Hace tres o cuatro años eso era impensable", asegura la joven libanesa, con 350.000 seguidores en Instagram, plataforma en la que muestra su país a través de sus propios ojos y para "romper estereotipos".
Mohamed, que a pesar de seguir estudiando ya es emprendedora becada por ONU Mujeres, asiente y añade que tras la brecha más allá de lo cultural o religioso están los mismos asuntos que enfrentan las mujeres en otras áreas del mundo: las dificultades sociales para la conciliación y las barreras al acceso a la financiación.
"Por eso es importante que las mujeres acceden masivamente a la educación y tengan más oportunidades. Las beneficiará a ellas pero también al conjunto porque se crean referentes para romper con la idea de que nosotras no podemos hacerlo", explica.
Más mujeres en política
Las dos inciden en que más mujeres deben dar el salto a la política en la región del sur del Mediterráneo, con porcentajes aún más bajos que en el norte, donde ya de por si fluctúan alrededor del 30 %, reflexionan.
La propia lista de intervinientes y altos cargos del Foro ministerial de la UpM de este lunes en Barcelona, que tendrá como trasfondo el conflicto en Gaza y de anfitrión al ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, además de la presencia del jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, son muestra de la escasa representación femenina a una y otra orilla del mare nostrum.
Más mujeres en los distintos niveles de gobierno pero, también, decidiendo sobre infraestructuras y políticas clave relacionadas con la educación y el medio ambiente.
"Ahora mismo en el sur del Mediterráneo es clave el recurso del agua y aunque en los hogares las mujeres cargan con la responsabilidad de ese recurso, las empresas y organizaciones que gestionan los sistemas hídricos son hombres", apunta Mohamed.
En el plano de la educación, más allá de los currículum académicos, señalan el trabajo de concienciación social de la igualdad para llegar también a las zonas rurales y a los propios hombres.
"Entre nosotras puede estar creciendo el feminismo, pero los hombres siguen ridiculizando cualquiera de sus manifestaciones. Hace falta un cambio de esquema mental muy grande porque muchos están muy atrás", advierte Bachat.
GUERRA EN GAZA
Sobre cómo les afecta la escalada del conflicto en Gaza, ambas señalan que han dudado en acudir al foro de jóvenes de la UPM por miedo a no poder regresar y que añoran a las compañeras palestinas invitadas que no han podido acudir.
Una de las incógnitas sobre esta guerra es si hubiera ocurrido si al frente de gobiernos y organizaciones internacionales hubiera más mujeres.
Bachat se muestra escéptica: "La verdad es que nunca lo sabremos", mientras que la joven política y activista climática egipcia se aventura a señalar que "las mujeres son más propensas al diálogo, a los cuidados, incluida la vida", por lo que no cree que permitieran "tantas muertes" y una violencia y "crueldad" tan sostenida en el tiempo.