En contra del crimen: Estado organizado
Ricardo Díaz Cortés , Gobernador de la Región de Antofagasta
La lucha contra la delincuencia es una tarea que debe demandar el mayor esfuerzo por parte del Estado. Los chilenos hemos sufrido años de desidia de distintas administraciones, las que no visualizaron a tiempo el impacto del descontrol migratorio ni la necesidad de modernizar y otorgar mayores recursos a nuestras policías y fiscalías. Hoy se está reaccionando ante un descontrol con mucho trabajo de por medio; pero muy bajo impacto en la percepción de seguridad global.
Cuando revisamos los datos del informe del Sistema Táctico de Operación Policial (STOP) de Carabineros en la región, podemos constatar algunos hechos que nos deben llevar a actuar coordinados. Los robos de vehículos y el hurto son los delitos que han tenido aumento en la provincia de El Loa, mientras que los robos con intimidación se incrementaron en las provincias de Antofagasta y Tocopilla. Hay una alta tasa de reincidencia (por sobre el 52%) que se concentran principalmente en los casos de robo con violencia. Ha aumentado el número de detenidos en la región, lo que demuestra una mayor efectividad en la respuesta de las policías, sin embargo, se conocen poco estos resultados. El delito se publica rápidamente, su resolución no se comunica con la misma efectividad.
Todo esto explica el temor creciente en nuestra región por la inseguridad, que nos hace encerrarnos y dejar de ocupar nuestros espacios públicos o que la gente tenga que dejar el centro de la ciudad en un horario determinado. Este escenario provoca reacciones de indignación entendibles, pero no eficientes, porque buscan responsabilizar a alguien de tal descontrol, sin embargo, tal como lo he dicho antes solo los "idiotas" buscan culpables, los "listos" buscan soluciones.
La única respuesta plausible frente a esta grave crisis de inseguridad es la actuación conjunta de todos los responsables de nuestra seguridad. Mi postura como Gobernador ha sido en materia de seguridad poner los recursos del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FDNR) a disposición de aquellos que puedan brindar mejor seguridad: más de $26.000 millones en dos años en mejoras de cuarteles, vehículos para las policías y programas de acción con cámaras de seguridad para municipios, delegaciones y/o juntas de vecinos. Lo mismo debiese ser el actuar de todos aquellos implicados de forma directa e indirecta con la seguridad. Así al menos ha sido el actuar del CORE con su comisión de seguridad. Pero se hace necesario volver a generar un trabajo conjunto entre municipios (con alcaldes y concejales), Carabineros, PDI, fiscalías, legisladores en conjunto y delegaciones presidenciales y el Gobierno Regional.
Solo el trabajo organizado permite una mejor protección de las personas, porque este trabajo se podrá dar por cumplido cuando nadie sienta temor de acudir al centro, o de estar en un parque junto a su familia sin temor de ser asaltado. Esa es la meta y solo se puede lograr trabajando en conjunto. Espero que la delegación presidencial que es la que hoy tiene la principal responsabilidad en el manejo de la seguridad, haga la convocatoria para que como región nos coordinemos. Yo estaré dispuesto a colaborar. La seguridad pública, no debe ser el espacio para mezquindades, ni cuestionamiento político, todo lo contrario; es tiempo de reunirnos para defender a nuestra región. La región se debe defender de la delincuencia.