Arturo Mendoza, un fotógrafo clásico en las Fiestas Patrias
OFICIO. Por casi seis décadas se ha dedicado a capturar las alegrías de niñas y niños de calama con sus tradicionales caballos y carros hechos de madera.
Al gran número de atractivos que tuvieron las Ramadas Populares de Calama en su versión 2023, destacó una en particular, y que guarda relación con la fotografía y el oficio de Arturo Mendoza (90), quien por años ha retratado jóvenes y niños en sus caballos de madera.
A sus 90 años, Arturo Mendoza aún tiene todo su equipamiento, sus caballos de madera, y junto a su hijo Julio, mantienen la tradición de este oficio que se niega a desaparecer ante nuevas tradiciones y preferencias. "Siempre me gustó la fotografía. Antes de dedicarme a este oficio trabajaba en el ferrocarril. Pero en mis descansos me iba al parque o la plaza. Ahí veía a un fotógrafo tomar fotografías a niñas y niños. Ahí comenzó mi cariño por la fotografía, y a eso me dediqué", comentó Arturo Mendoza.
Años dorados
Con algo de nostalgia, Arturo Mendoza recuerda, "antes había mucha expectación, alegría y fervor en las Fiestas Patrias. Acá en Calama se hacía en avenida Granaderos, donde hoy funciona un centro de educación superior. Ahí la comunidad disfrutaba y mucha gente quería tomarse fotos con los caballos. Era una época especial, muy comunitaria, y donde mis caballos eran parte de la tradición", detalla.
En su trayectoria como fotógrafo, y testigo del cambio en la ciudad, de su gente, Mendoza recordó que "este oficio antes era uno de los favoritos de grandes y chicos. Hoy en cambio hay otros intereses. Calama cambió mucho, es más grande, está más poblada. Pero hay algo que siempre marca el interés de que los más pequeños sean fotografiados con los caballos. Es una tradición que se mantiene aún".
Autodidacta
Arturo Mendoza contó también "que desde que comencé a interesarme siempre estudié por mi cuenta la fotografía. Me compré un gran libro que explicaba los secretos y técnicas de fotografía. Fue esa mi enseñanza. Así aprendí y con ello me dediqué a lo que sería después mi trabajo, a retratar a los más pequeños, y a sus padres".
El gran atractivo que tiene Arturo Mendoza es sin dudas sus caballos de madera, ensillados y bien equipados para la sesión de fotos, son la sensación de los más pequeños. "El más grande de estos tiene 100 años, y se lo compré a un fotógrafo que hacia exactamente lo mismo que yo, pero en Antofagasta. Para mí es una reliquia y sigue siendo mi herramienta de trabajo".
Al igual que sus caballos de madera, las cámaras fotográficas son parte de los tesoros que ha acumulado Arturo Mendoza desde el año 1965, "y creo que la que más me gustó siempre fue la Polaroid, instantánea, rápida, y que fue un éxito durante muchos años. El resto de mi equipamiento lo conservo, lo he guardado y lo tengo en San Pedro de Atacama, además de otros artículos y herramientas que me permitieron trabajar por años en este lindo oficio", dijo el fotógrafo.
Ya han transcurrido 58 años desde que Arturo Mendoza conociera la fotografía, y que con el tiempo se transformara en un de los personajes más tradicionales de la cultura local, retratando a generaciones de loínos que pasaron por el lente de su cámara, "y que espero sigan siendo muchos más quienes se animen", puntualizó el loíno.
"Ojalá este oficio no desaparezca y siga siendo una forma de perpetuar un hermoso momento".
Arturo Mendoza, Fotógrafo
1965 fue el año en que Arturo Mendoza comenzó a trabajar en fotografía y que lo tiene activo en la actualidad.