En defensa de la democracia
Alejarse de este sistema de gobierno, parece ser el camino menos indicado para que el país no se aleje de la vía del desarrollo La democracia es un pilar fundamental en nuestras sociedades y una garantía de respeto por las mayorías.
En tiempos recientes, preocupantes encuestas han revelado una tendencia inquietante entre los chilenos: una disposición a ceder ciertos derechos y transitar hacia un sistema de gobierno autoritario. Estas encuestas ofrecen una ventana al sentir de la población, y las razones detrás de esta inclinación son múltiples.
Uno de los factores clave es el creciente descrédito de la clase política. Los casos de corrupción y un clima generalizado de inseguridad han socavado la confianza en las instituciones democráticas. Además, la percepción de que existe demasiada permisividad hacia los delincuentes que reinciden una y otra vez contribuye a la sensación de descontento.
Sin embargo, es importante recordar que ceder algunos de nuestros derechos no es la mejor solución. Este paso podría allanar el camino para perderlos todos. Chile tiene el antecedente de vivir bajo un régimen autoritario en el que unos pocos determinaban la legalidad de nuestros actos, y esa experiencia histórica debería resonar en nuestra conciencia colectiva.
Es crucial que en este momento defendamos la democracia de manera enérgica. Debemos abogar por legislaciones que combatan la corrupción y restaurar la confianza en la política. La política es parte intrínseca de nuestras vidas y proporciona la plataforma para discutir y debatir nuestras ideas y diferencias. Sin embargo, estos debates deben llevarse a cabo con un espíritu de unidad, reconociendo que, a pesar de nuestras diferencias, compartimos un objetivo común: el bienestar y la prosperidad de Chile y su gente.
En estas Fiestas Patrias, recordemos a quienes han luchado valientemente por la democracia. La democracia es un pilar fundamental en nuestras sociedades y una garantía de respeto por las mayorías. Defenderla es un compromiso que debemos asumir con determinación, recordando que, a pesar de sus imperfecciones, es el sistema que mejor garantiza nuestros derechos y libertades fundamentales.