Correo
Teresita de Los Andes
Un 13 de julio de 1900 nació Juanita Fernández, más conocida como Teresita de Los Andes: mujer, chilena, santa. No tuvo Instagram ni TikTok, pero tenía mucho que contar. Cuando cumplió 15 años escribió en su diario de vida: "Hoy cumplo 15 años. ¡15 años! La edad en que todos quisieran estar. (…) Para una chiquilla es la edad más peligrosa, es la entrada en la mar tempestuosa del mundo. Pero yo que estoy en los 15 años, Jesús ha tomado el mando de mi barquilla y la ha retirado del encuentro de las otras naves".
Teresita murió a los 19 años a causa de tifus y difteria. Vivió intensamente su vida y conoció la belleza de la juventud y sus peligros. Quería ser monja carmelita y vivir con esas mujeres que tienen fe, piensan en lo eterno y no temen a los proyectos de felicidad que son para toda la vida. Cumplió su sueño.
Al igual que en 1900, los jóvenes viven intensamente y están expuestos a muchos peligros. Hay un peligro silencioso que no aparece en las noticias: muchos ya no piensan en lo eterno, ni en proyectos de felicidad que comprometan toda la vida. ¡Que vuelvan los diarios de vida!, custodios de sueños y de "tesoros privados" que no compiten ni se ahogan por más o menos likes.
Pbro. Felipe Lizama Silva
Complejo periodo
El 11 de septiembre de 1973 no había democracia en Chile, pues ya había fallecido. Lo que hicieron las Fuerzas Armadas y Carabineros fue darle sepultura. Y no sólo la democracia había sido destruida, sino que también la economía; las que fueron recuperadas por tales instituciones con la cooperación de un selecto grupo de civiles.
Si consideramos el acuerdo de la Cámara de Diputados del 22 de agosto de 1973, en el que se señala "el grave quebrantamiento del orden constitucional y legal de la República"; lo declarado a miembros de la directiva de la Sofofa por Eduardo Frei Montalva: "Desgraciadamente, este problema sólo se arregla con fusiles"; lo declarado a Patricio Aylwin por el ministro de la Corte Suprema Rafael Retamal: "Los extremistas nos iban a matar a todos", lo que es concordante con la respuesta que le dio el cardenal Silva Henríquez a la pregunta de William Thayer Arteaga: "Dígame, eminencia, ¿no cree usted que si no es por los militares a muchos de nosotros nos habrían asesinado?': "No sólo a ustedes, sino que a mí también. A todos nosotros"; lo dicho por Eduardo Frei Montalva en su carta a Mariano Rumor del 8 de noviembre de 1973 y la declaración a un periodista del ABC de Madrid (publicada el 10 de octubre de 1973): "Los militares han salvado a Chile" y que "los militares nos salvaron la vida y de una degollina" (en las memorias de William Thayer Arteaga), no cabe duda alguna de que la intervención militar fue justificada, necesaria e inevitable: la que fue apoyada por la gran mayoría de los ciudadanos, que en ciudades y poblaciones enarbolaron banderas chilenas.
Adolfo Paúl Latorre
Medicamentos falsificados
El importante aumento en la falsificación y venta ilegal de medicamentos que hemos visto en los últimos meses, muestra una realidad que está poniendo en grave riesgo la salud de los chilenos. Comprar fármacos en sitios no autorizados puede implicar desde no lograr el objetivo terapéutico buscado, hasta intoxicaciones que pueden causar un gran daño a la salud e incluso la muerte.
Esa es nuestra principal preocupación, la salud de los pacientes. Por eso, hemos llevado adelante distintas iniciativas para educar a la ciudadanía sobre el consumo de medicamentos de manera segura. Pero como sabemos que para las personas no es fácil distinguir cuando un medicamento es falso, creemos que la principal medida es, sin duda, generar conciencia para que no adquieran fármacos en lugares no autorizados, como ferias o sitios web de origen desconocido.
A través de nuestro programa Chilesalud también hemos redoblado los esfuerzos para que nuestros medicamentos lleguen a todas las farmacias, de cadenas e independientes, y con precios accesibles, con el fin de evitar que las personas, por falta de dinero, vean como opción comprar sus medicamentos en lugares no autorizados y sin garantías de calidad.
Desde la perspectiva jurídica, el Código Sanitario permite sancionar hasta con $60 millones a quienes estén involucrados en transacciones con medicamentos falsificados. Además impone penas que llegan hasta los 5 años de cárcel. En el caso de medicamentos psicotrópicos o estupefacientes, como la fentermina, la pena puede llegar a los 15 años de cárcel.
Sin embargo, estas sanciones parecen no ser suficientes. Por eso aplaudimos la iniciativa de parlamentarios de la Comisión de Salud de presentar un proyecto de ley que busca aumentar las sanciones por el comercio ilegal de fármacos y hacemos un llamado a acelerar su tramitación y tener una ley mucho más robusta que permita proteger la salud y vida de nuestros pacientes.
Jorge Hubner Director Legal del Laboratorio Chile Teva