Con gran preocupación la directiva del Consejo Regional El Loa del Colegio de Periodista de Chile ve el actuar de algunas autoridades locales y provinciales respecto a la privación de la libertad de informar que se dio respecto a algunas contingencias que se viven en nuestro territorio.

Colegiados, colegas y comunicadores hace algunas semanas se enteraron de un procedimiento gestado al interior del Centro Penitenciario de la ciudad, donde se advertía de la detención de algunos reos ante un posible ataque con explosivos. Pese a que se realizaron las consultas correspondientes a todas las autoridades e instituciones involucradas, no entregaron declaraciones y pidieron esperar ya que, según ellos, tenían orden de no informar. Con impotencia, al pasar los días, vimos esta noticia publicada en un medio de Santiago, donde además se presentaban "escuchas telefónicas" que solamente tuvo que ser entregada por las fuentes oficiales.

Fue un acto reprochable ya que se pasó a llevar todo el trabajo periodístico regional y provincial, que tanto cuesta desarrollar en estos tiempos. Si bien las autoridades pidieron las "disculpas correspondientes", hace pocos días volvió a ocurrir algo similar. Nuevamente nos enteramos de otro caso, como fue el allanamiento de una parlamentaria de la región, que tampoco fue informado a los medios locales, utilizando una frase viciada como es: "nos enteramos por la prensa nacional".

Nuestro Colegio sostuvo una reunión con el delegado presidencial de El Loa y encargada de Comunicaciones, donde pedimos que no se nos negara información y que se velará siempre por esclarecer temas partiendo por "casa", es decir, desde los medios locales. Lamentablemente esta práctica sigue ocurriendo, pese a que los profesionales de las comunicaciones de los medios regionales y provinciales mantienen la costumbre de consulta proactiva y anticipadamente.

No hay duda de que lo denunciado afecta a la libertad de prensa que impulsamos y protegimos como gremio, simplemente por una mala práctica que una vez más nos afecta gracias al "Capitalismo agobiante".

Hoy celebramos un nuevo Día del Periodista y junto con comprometernos por velar por informar con veracidad y perseguir a quienes entregan noticias falsas o publican informaciones según trascendidos, llamamos a las autoridades a tener respeto tanto por nuestros profesionales y sobre todos por nuestros medios provinciales. Ellos, pese a su independencia editorial, son colaboradores directos en el desarrollo diario de sus gestiones o cuando quieren dar noticias institucionales. Los comunicadores y periodistas han sido siempre pacientes, responsables y respetan la decisión de no informar cuando las autoridades así lo solicitan. Por lo mismo esperan la misma lealtad de parte de las autoridades para ser justos y solidarios con la labor profesional, objetiva y pluralista que ejerce el periodismo provincial y regional en estos tiempos.

La trágica odisea que vivió una familia loína, al intentar recuperar un camión que le fue sustraído desde la puerta de su domicilio, deja en evidencia que en el robo de vehículos está la participación de bandas que están dispuestas a todo para seguir con su lucrativo negocio ilícito. Ello se comprobó de la peor manera, porque el dueño del móvil en su arriesgado periplo por Bolivia, en búsqueda de su máquina, fue atacado y recibió impactos de bala que hoy lo tienen con una parálisis en sus extremidades inferiores.

Hoy familiares, amigos y del gremio del transporte, alzan su voz exigiendo que se ponga atajo a este tipo de delitos que hoy tiene a una familia sumida en una desgracia, solo por ir a buscar un bien robado.

Hay que entender que Mario Bello y sus parientes se vieron en la necesidad imperiosa de hacer algo para recobrar su camión. La desesperación, la impotencia y la falta de apoyo de las autoridades los impulsaron a una aventura que sabían era riesgosa, pero que debían enfrentar porque esa máquina junto con representar el esfuerzo de años, hoy era gran parte de su subsistencia.

De poco vale pensar en que se pudo ser más precavido o que el complejo Hito Cajón debió estar operativo para dificultar la salida del camión. Esas reflexiones poco importan hoy cuando existe una persona que está con graves lesiones y que no debió correr ese destino, por mucho que se diga que fue una decisión personal.

En lo que debe haber claridad es en que se debe seguir reforzando la seguridad en la frontera. No es posible que un vehículo, de la dimensión del sustraído a la familia Bello, pueda salir del país sin ser detectado, más ahora con el despliegue de las Fuerzas Armadas en esos territorio.

Y, finalmente, las personas tienen que sentirse apoyadas y no invisibilizadas cuando son víctimas de estos delitos.