Claramente que la llegada de recursos provenientes de las patentes mineras no ha significado un despegue en las comunas favorecidas con este tributo. Así lo plantea y desarrolla un estudio académico enfocado en medir el impacto de esta asignación directa a los municipios, sobre la hipótesis de que la llegada de estos ingresos denominados "no costos" ha afectado la capacidad de gestión en los gobiernos comunales.

Como fue planteado en nuestras páginas, el resultado del estudio está en directa sintonía con el nuevo impuesto que empezarán a recibir los municipios, tras la aprobación del royalty minero.

A juicio de los expertos se debe apuntar más allá de la justicia territorial y poner énfasis en el buen uso de esos recursos. Una situación que en países más avanzados se ha logrado soslayar aplicando una regla de incentivo. Allí se propone que lo recaudado por los municipios sea doblado con fondos provenientes de este tipo de recaudación tributaria.

Se respeta la justicia territorial, pero se aplica un modelo que no promoverá el letargo y la inacción municipal. Lo que puede ser perjudicial y se terminen utilizando fondos importantes en gastos operacionales y no en proyectos que estén orientados al desarrollo de las ciudades.

La experiencia con las patentes mineras no es buena en ese sentido e intentar que exista un mejor destino debiera ser una tarea prioritaria.

Lo vemos con los fondos regionales, donde existe una importante cantidad de recursos y la participación comunal es escasa. Por no contar con los equipos de profesionales suficientes, pero también por falta de interés en hacerlo.

Las regiones y las comunas necesitan más recursos, pero no es sólo exigir que lleguen, también se requiere saber si serán bien utilizados. En ello aún no hay mucha certeza que así se hará.

Noventa años de vida, tras haber prendido esa luz al servicio desinteresado, haciendo carne su lema: "Dar de Sí, sin Pensar en Sí". En la búsqueda de una mejor forma de vida, ha elegido durante todo este tiempo, a hombres buenos proveniente de la comunidad loina, los ha preparado y guiado por la senda de las virtudes y calidad valórica, con la única finalidad de que éstos, por medio de su accionar, la justicia, la prudencia, el amor, la fe, la esperanza, la caridad, lleguen hacia nuestros hermanos más vulnerables de la comunidad.

Rotary Club Chuquicamata desde su nacimiento un 9 de Junio de 1933, ha sido conducida por hombres visionarios, quienes cifraron sus esperanzas en inquietudes en él, y no equivocaron. Los resultados han sido más fructíferos, la cimiente ha germinado con creces, transformándose en el tiempo, en un frondoso árbol de realizaciones, cuyo tronco fuerte y sólido, suspende enormes ramas de frutos sanos y de alta calidad.

Hoy, recordamos a aquellos hombres de formación interior, atentos a ayudar al prójimo, que decidieron, entonces, la fundación de Rotary Club Chuquicamata.

Chuquicamata, era tierra de trabajo, se sudaba y se sangraba. Pero no se podía descenderse su vida superior. Para cooperar a este celo- los primeros rotarios- que decidieron educar, sirviendo en cuanto conviniese a esta tierra generosa de "Sol y Cobre".

Rotary Club Chuquicamata en sus comienzos - fue así, un conjunto de hombres buenos y de riqueza espiritual, dispuestos a laborar en nuevos cauces los que no salen de la tierra, los que fortalecen por dentro y habilitan para el bien de nuestros semejantes. Grandes personajes de notable calidad, hombres de selección, vestidos con luces de eternidad y humildad acudieron a la cita- bello era el propósito y grande la idea. Eran ilustres cruzados del ideal de servicio. Decimos con unción los nombres de los rotarios - Dionisio Abarca, Agente Banco de Ahorros; Rogelio Bravo, Asociación de Deportes; Harry Burr, Electricidad; Fernando Cisternas, Cirujano Dentista; Atilio Filippine, Auditoría; Williams Fletch, Comerciante; Segundo Flores, Administrador de Cine; Alejandro García, Médico; Pablo Copfert, Médico Obstetra; Agustín Gnilka, Contabilidad; Otto Henriksen, Estadística; Herbert Hodges, Materiales Construcción; José Ibarra, Rentista; Alfredo Jilly, Inspector Comestibles; Waldemar Karkling, Explosivos; Alejandro Lazcano, Recreaciones; Máximo Lorenzo, Tienda; Maximiliano López, Restaurant; George Rentzel, Bienestar Público; Pablo Schalk, Médico Cirujano; Matías Villada, Droguería; Irby Woodol, Producción de Cobre.

¡Qué ejemplo más sublime de desinterés personal! ¡Qué voluntad más absoluta de servicio! ¡Qué grandeza más pura de alma!, la que nos ofrecieron estos grandes hombres, estos grandes rotarios chuquicamatinos.

Rotary Club Chuquicamata hoy tus hijos te saludan y te veneran.

Rotary Club Chuquicamata, larga vida, grandes realizaciones.

sirviendo a la comunidad