El predicador que llevó a morir a decenas de sus seguidores
Paul Mackenzie Nthenge pasó de taxista a telepredicador en Kenia, fundando el culto "Good News International", con el cual convenció a las personas de conseguir "la salvación" a través del ayuno.
Por estos días las temperaturas en el pueblo de Shakahola bordean los 30 grados. Esta pequeña aldea de Kenia, de calles polvorientas y donde el viento golpea con fuerza, en los últimos días se ha visto además azotada por el dolor tras comprobarse la muerte de decenas de personas que se creían desaparecidas.
Shakahola es la antítesis del balneario de Malindi, ubicado a unos 70 kilómetros de distancia, un lugar turístico donde el pastor Paul Mackenzie Nthenge tiene su hogar. Sin embargo, la mayor parte de su tiempo lo pasa en Shakahola.
Durante el día no es mucho lo que suele ocurrir. La gente cuida sus animales, los comerciantes se ocupan de sus negocios, los niños corren por las calles y los adultos ven los cultivos. El lugar es tan remoto que apenas llegan las señales de teléfono.
Hasta allí llegó el denominado pastor Mackenzie Nthenge en 2019 con algunos de los miembros de la Iglesia Good News International de Malindi. Necesitaba encontrar una nueva vida y nuevos fieles.
En 2017, el predicador había enfrentado por primera vez a la Justicia. Fue acusado de instar a dos niños a ausentarse de la escuela, a quienes les señaló que la Biblia no reconocía la educación.
Hace un mes, Mackenzie Nthenge volvió a estar en la mira de los tribunales de su país, aunque por un acusación mucho más grave: su vinculación con la muerte de dos niños que habrían fallecido de hambre debido a las enseñanzas del autodenominado pastor.
La policía allanó su domicilio y comenzó una investigación que llevó a las autoridades a acusarlo de manipular a los lugareños a través de enseñanzas "religiosas" extremadamente sesgadas e inculcando el miedo a lo desconocido.
Quien fue alguna vez un teleevangelizador, con más de 6.000 seguidores en su canal de YouTube, estaba ahora en el radar de la Justicia por predicar una doctrina peligrosa que induce a sus seguidores a dejarse morir de hambre para alcanzar la salvación. Para esto utilizaba el ayuno como una doctrina inviolable.
Los padres de los jóvenes de 15 y 16 años fueron detenidos y están acusados de matar de hambre y asfixia a sus hijos, siguiendo las enseñanzas de Mackenzie Nthenge. Este último quedó en libertad pagando una fianza.
El pasado 13 de abril y tras recibir una filtración, la policía hizo una redada en el lugar donde los seguidores de Nthenge mantenían el ayuno y rescataron a 15 personas, pero cuatro ellas murieron de camino al hospital de Malindi.
Actualmente, Mackenzie Nthenge, que antaño trabajaba como taxista, está bajo custodia policial desde el pasado 14 de abril y pendiente de una comparecencia judicial programada para el este martes 2 de mayo junto a otros trece sospechosos.
Macabro hallazgo
Todos estos antecedentes quedaron expuestos la semana pasada al descubrirse decenas de cuerpos enterrados en un bosque cercano a Shakahola.
Según las últimas cifras entregadas por las autoridades, hasta el cierre de esta edición eran 103 las personas muertas, entre los cuerpos que fueron encontrados enterrados y los que fallecieron con el correr de los días en el hospital.
"La investigación continuará y no sabemos cuántos cadáveres posiblemente descubriremos", añadió el ministro, aunque el falso profeta ha mencionado que podrían encontrarse más de mil cuerpos de sus seguidores.
Al mismo tiempo, Kindiki señaló que las autoridades kenianas han conseguido rescatar con vida a 34 personas.
Práctica habitual
Kenia no es un país ajeno a este tipo de falso predicador. Es muy común en todo la presencia de pastores que predicen el fin del mundo y que aseguran tener la receta de la salvación en sus manos.
Según cifras del Gobierno de Nairobi, existen actualmente unas 4.000 iglesias registradas en un país con casi 50 millones de habitantes.
Muchos de ellos aprovechan su influencia para predicar la teoría de la prosperidad y recibir importantes donaciones que van directamente a sus arcas personales. Pero muchos predican además sermones peligrosos, que terminan costando la vida de los fieles.
Una mezcla de pobreza y escasa educación hacen posible que muchos de estos discursos permeen las capas más bajas de la sociedad keniata.
Esta misma semana, por ejemplo, fue detenido un popular pastor evangélico relacionado con la muerte de algunos de sus supuestos seguidores en dependencias de su iglesia, situada en el sur del país.
Ezekiel Odero, de la Iglesia y Centro de Oración Nueva Vida (New life Prayer Centre & Church) en Mavueni, en el condado costero de Kilifi, fue arrestado "por denuncias de muertes que han estado ocurriendo en sus instalaciones y reportadas en varias morgues e instituciones", explicó la comisionada regional de policía Rhodah Onyancha.
El ministro keniano del Interior, Kithure Kindiki confirmó el arresto de Odero -un telepredicador que congrega grandes masas de fieles en sus servicios religiosos- y precisó que "está siendo procesado para afrontar cargos penales relacionados con el asesinato en masa de sus seguidores".
"Dicha iglesia fue clausurada", afirmó Kindiki en Twitter.
PERDiÓ A SUS SIETE HIJOS
En 2018 se conoció el caso donde una familia perdió a sus siete hijos porque la organización donde participaban Kanitha wa Ngai (Iglesia de Dios) no creía en la medicina moderna.
Ese mismo año, el Directorio de Investigaciones Criminales de Kenia advirtió de una supuesta organización religiosa que reclutaba jóvenes universitarios denominada "Young Blud Saints", que los impulsaba a "sacrificar lo que más amaban". La autoridad pedía a los padres estar atentos a este tipo de amenazas.
Las iglesias más tradicionales de Kenia han levantado la voz para denunciar este tipo de actividades.
Calisto Odede, presidente de la congregación Pentecostal del Ministerio Cristo es la Respuesta, asegura que "esta gente ha malinterpretado y abusado de las escrituras, en vez de usarlas de manera correcta".
"Necesitamos poder revisar los mensajes que escuchamos de algunos predicadores", afirma el representante.
Las iglesias independientes han rechazado constantemente la posibilidad de regulación a través del Consejo Nacional de Iglesias de Kenia.
Académicos y representantes políticos también se han sumado a las voces de alerta luego de la tragedia de Shakahonda y han pedido a las autoridades una legislación más restrictiva que permita controlar a los falsos pastores y asegurar el bienestar de la población.
Por ahora, la Cruz Roja Internacional ha informado de la desaparición de 212 personas en la zona donde actuó Mackenzie Nthenge, por lo que la cifra de muertos puede seguir creciendo.
DETECTIVES DE HOMICIDIOS Y EXPERTOS FORENSES ANALIZAN LOS CUERPOS EXHUMADOS DE LAS FOSas comunes en shakahola.