Salar de Tara: núcleo de la Reserva Nacional Los Flamencos y de su rica biodiversidad
CONAF. Se trata de uno de los puntos naturales que alberga una riqueza en flora y fauna inigualable. Es escenario además de la migración de aves, especialmente del flamenco andino y que encuentra en esta zona un hábitat andino único.
En medio del silencio y la tranquilidad del desierto, inserto en la Reserva Nacional Los Flamencos, en la comuna de San Pedro de Atacama, existe un lugar mágico que alberga un ecosistema frágil, de gran importancia, no solo para la biodiversidad que lo habita, sino también para el patrimonio cultural e histórico de la comunidad indígena Lickanantay de Toconao. Se trata del salar de Tara, que además forma parte de los cuatro sitios RAMSAR de la región de Antofagasta. Este humedal que presenta un gran valor productivo, ancestral y científico, es hábitat de flora y fauna endémica, y zona de gran relevancia como área de descanso, alimentación y nidificación de aves migratorias.
A la fecha, la Corporación Nacional Forestal (Conaf), ha realizado diversas tareas de fiscalización, monitoreo y estudios con cámaras trampa, acciones que, con la participación activa de la comunidad de Toconao, llevaron a importantes descubrimientos como la detección del gato del desierto y la chinchilla andina, este último sin registros formales para el sector.
"Nuestros guardaparques en conjunto con la comunidad indígena de Toconao, vienen realizando acciones para determinar el efecto de recuperación ecológica, producto del cierre del sector, del cual se han podido ir identificando especies emblemáticas de las cuales no se tenía registro", explicó Anita Huichaman, directora regional de la Conaf.
Para Yermin Vásquez, presidente de la comunidad de Toconao, el pueblo Lickanantay ha sabido convivir y cohabitar con la naturaleza, entendiendo y respetando su existencia, es así cómo se mantienen actividades que han realizado sus antepasados desde tiempos inmemoriales como el pastoreo y trashumancia, actividades que en la actualidad se complementan con participación en las actividades de investigación y protección cultural-ambiental. "El territorio desde nuestra cosmovisión es una unidad indivisible y en ese sentido el Salar de Tara no solo representa un sector más, si no que es un lugar de vida, ya que en el vasto desierto de Atacama en donde estamos situados representa un lugar fructífero y vital para el medio ambiente".
Protección
desde el año 2002 la comunidad indígena Lickanantay de Toconao ha participado continuamente en actividades para la protección de flamencos altoandinos, y la regulación del uso público acciones que, en mutuo acuerdo con Conaf, fueron formalizadas a través de un contrato de asociatividad.
Para el asesor ambiental de la comunidad de Toconao, Félix Galleguillos, este acuerdo es positivo "es el reconocimiento a que Tara y sus alrededores incluido el salar de Tara forma parte del territorio ancestral de Toconao. Su figura como parte de la reserva nacional Los Flamencos ha puesto a la asociatividad con Conaf como un aspecto fundamental para tener las directrices técnicas sobre procesos de monitoreo, conservación y planificación en el manejo de la fragilidad ecosistémica del territorio".
2002 año en que comenzó una labor de mayor cuidado a las aves migratorias que llegan al salar de Tara.