Consejo Constitucional
Rosa Fernanda Gómez
Hoy se eligen por votación popular y conforme con un criterio de paridad a los 50 miembros del Consejo Constitucional, órgano que tiene por único objeto discutir y aprobar una propuesta de texto de nueva Constitución elaborada por el la Comisión Experta, la cual se encuentra trabajando en el proyecto desde marzo.
Es la cuarta convocatoria que nos lleva a las urnas para debatir sobre el tema constitucional, de ahí que parte de la ciudadanía declare sufrir una suerte de "fatiga constitucional" con este proceso que se extiende desde hace casi cuatro años a la fecha.
Si bien se trata de un proceso sin garantías, por cuanto ni la calidad técnica de los expertos ni los equilibrios del procedimiento constitucional 2.0 (conformado por las tres "C", esto es, Comisión Experta, Comité Técnico y Consejo Constitucional), son suficientes para asegurar la aprobación de un nuevo texto fundamental, por cuanto el contexto social, económico y político nacional ha experimentado diversos cambios desde el Acuerdo Constitucional de 2019 que inciden en el interés en el proceso y, en concreto, el carácter urgente y/o necesario de una nueva Carta fundamental, cabe hacer presente que este proceso comprende los debates sobre los temas que son cruciales y relevantes para la ciudadanía (salud, educación, pensiones, seguridad, etc.). Además, es un proceso que busca mejorar los aspectos orgánicos y sustantivos que presentan las actuales instituciones en nuestro país y que resultan gravitantes para el correcto funcionamiento del Estado de Derecho (Congreso, Poder Judicial, Banco Central, Ministerio Público, Contraloría General de la República, municipalidades, etc.).
Asimismo, la elección de los integrantes del Consejo Constitucional tiene por objeto proporcionar una inyección democrática al proceso, por cuanto se trata de personas elegidas por escrutinio popular. Además, será un inevitable que los resultados de esta elección y la conformación definitiva del Consejo incidirán de manera significa en el debate y discusión que le resta a la Comisión Experta, especialmente en aquellos temas más gravitantes y de alto nivel de debate como la extensión y alcances del Estado Social y Democrático de Derecho, el principio de subsidiariedad y el rol de las entidades privadas.
Por ello, es de esperar que los resultados sean lo más equilibrados posibles, de manera que sean representados en el Consejo todos los espectros políticos para así evitar la imposición de mayorías transitorias que, como hemos visto, no contribuyen a la unidad de país sino a que a la deconstrucción de un diálogo que es esencial para el logro de acuerdos.
Si de algo hay claridad, es que el texto constitucional no dejará contentos a todos. Por ello, lo que deberemos preguntarnos el día 17 de diciembre de 2023 es si con la propuesta fruto de este proceso se representa lo que somos como país y nos permite vivir en comunidad respetando nuestras diferencias.
En definitiva, el nuevo procedimiento para elaborar una Constitución Política se erige como una posibilidad real y cierta de lograr dicho objetivo, lo cual dependerá de factores que resultan gravitantes, por una parte, que se trate de una propuesta de texto que sea razonable, transversal y consistente con nuestra tradición e historia constitucional y, por otro lado, que cuente con el apoyo de las personas, puesto que, son el fin último de este proceso.
*Profesora de Derecho Administrativo e investigadora de Polis, Observatorio Constitucional de la Universidad de los Andes.