Willy Briceño Romero

Durante lo que va del presente año, las pérdidas son millonarias asociadas a la delincuencia en el comercio formal instalado en el casco histórico de la ciudad. Primero debieron de enfrentar la crisis por la pandemia del coronavirus, al igual como la inflación económica y la problemática recurrente de los comerciantes ambulantes, que obligó a varios locatarios a cerrar sus puertas después de décadas de trabajo en la capital de la provincia El Loa, y ahora último se acrecentó todo, con el aumento de los delitos violentos en el sector centro de Calama.

Si bien antes las acciones delictuales eran más conservadoras, en la actualidad son realmente de gran violencia, considerando que no tan solo se trata del robo de las especies, sino que también la destrucción de los recintos comerciales, algo que mantiene a los locatarios en permanente alerta, y con el desafío de la implementación de diferentes medidas de seguridad desde hace un tiempo a la fecha.

La vicepresidenta del Barrio Comercial Latorre de Calama, Mónica Palacios, manifestó que cada robo significa a los menos dos millones de pesos de pérdidas, considerando las especies sustraídas y la destrucción de los locales comerciales, vitrinas y otros bienes, a los cuales deberán de sumar la reposición de la mercadería, como también la reparación de los daños y la implementación de medidas de seguridad destinadas a impedir que estos hechos se vuelvan a repetir de la misma manera que acontecieron en la oportunidad.

Aunque no cuenta con un registro de las pérdidas reportadas por los propios comerciantes afectados, los cuales han sido víctimas de delincuentes armados, planteó que sería sobre los $100 millones en estos pocos meses de 2023. "Cada vez que se te meten a robar en el comercio formal, en puros daños, mínimo son dos millones de pesos".

Para enfrentar la delincuencia y recuperar los espacios públicos en el corazón de la ciudad, los integrantes del Barrio Comercial Latorre gestionaron un proyecto que contempla la instalación de cámaras de tecnología de vanguardia, que incluso permite contar con un dispositivo de reconocimiento de los delincuentes, además de la instalación de mobiliarios y postes solares para mejorar el alumbrado público en el sector centro de la ciudad. Todo esto debería de estar en pleno funcionamiento durante el próximo mes.

Tres semanas

Al igual que el comercio establecido, el gremio de los suplementeros locales también ha sido afectado por la delincuencia en el último período de este año, con la destrucción y posterior robo de los quioscos ubicados en el perímetro central de la capital de la provincia El Loa.

El más reciente de los afectados, resultó ser el presidente de la entidad gremial, Danilo García, quien reconoció que recién después de tres semanas logró volver a vender. Después de reparar y reforzar la infraestructura del quiosco para poder comenzar a distribuir los diarios, revistas, como también algunos dulces y cigarrillos.

Además detalló que la tarea no fue nada fácil, ya que debió contratar personas para trabajar en reforzar la infraestructura, con un doble cierre de cortinas metálicas para evitar dicha acción delictual. Asimismo de la implementación de dispositivos de seguridad tecnológica para evitar los actos delictuales de desconocidos que circulan en el centro de la ciudad.

En la ocasión, reflexionó además en torno a dicha temática en particular, y sentenció que "hay que seguir adelante, hay que seguir trabajando, es nuestra fuente laboral, y tenemos que cuidarla e invertir en mejorar para entregar un servicio de calidad a las personas".

Sin duda, que las pérdidas fueron millonarias para este suplementero, considerando que perdió mercadería como también maquinaria con la que cuenta para algunos productos que así lo requieren, tanto es así que debió repactar algunas deudas pendientes con acreedores, ya que el negocio es minorista en general.

Aunque de igual manera destaca que todos los integrantes del gremio deben invertir en el tema de seguridad, considerando la implementación de medidas tecnológicas como también de otra característica disuasiva, donde indicó que dispondrá de luminarias con sensores de movimiento por la soledad y oscuridad que se observa en el paseo peatonal de calle Ramírez.

También recordó que tiempo atrás permanecía atendiendo hasta pasadas las 21 horas. Pero, ahora a raíz de los robos comienzan a retirarse mucho antes, incluso manifestó que recientemente uno de los quioscos ubicado en calle Latorre fue intentado robar otra vez, "ya que prácticamente todos han sido robados, y en algunos en más de una ocasión". Por eso desde hace un tiempo lucen una cenefa que llama a evitar los actos delictivos en contra de estos.