"Bombear agua a la cuenca del Salar de Atacama es una aberración ecológica"
El viernes de la semana pasada el Presidente Gabriel Boric llegó hasta la ciudad de Antofagasta para anunciar la Estrategia Nacional del Litio, política que entre sus focos tiene un esfuerzo público-privado para la explotación del Salar de Atacama, así como la creación de una Red de Protección de los Salares. Medida, esta última, que se requiere con urgencia, sostiene la científica, investigadora y académica de la Universidad de Antofagasta, Cristina Dorador.
La bióloga de la Universidad de Chile, quien se ha especializado en microbiología en la Universidad de Kiel, Alemania, desarrollando estudios en bacterias y microbios presentes en salares y otros ambientes extremos; cree que para el país es imperativo estudiar sus salares y así tener toda la información disponible y poder tomar las mejores decisiones para asegurar su conservación, y en este sentido es muy categórica: "Hay salares que no se deben tocar".
¿Qué le parece la Estrategia del Litio anunciada por el Gobierno?
- La Estrategia que se dio a conocer la semana pasada, viene a partir de una demanda transversal porque el Estado dé a conocer cuáles van a ser las regulaciones y la forma en que se van a explotar los salares para la obtención de litio, debido a que es un mineral que tiene una alta demanda a nivel mundial, sobre todo en el contexto de la transición energética.
Sin embargo, es importante destacar que también menciona la creación de una Red de Protección de Salares, lo cual es algo muy importante y es urgente que se lleve a cabo, sobre todo porque están pasando muchas cosas en los últimos días y esperemos que no se tomen decisiones sin tener el conocimiento ni las evidencias suficientes que puedan causar, a la larga y al corto plazo, un gran problema de daño irreversible a los salares que son ecosistemas muy frágiles.
¿Cómo debiera ser esta Red de Protección de Salares que propone la Estrategia?
- Tiene que establecer los estándares de protección, hay salares que no se deben tocar, hay una empresa que está poniendo dinero en la mesa para hacer la exploración del Salar de Tara que es, quizás, uno de los salares más característicos, es el salar ideal, el salar tipo del norte de Chile. Es un salar que está en altura, sobre 4 mil metros sobre el nivel del mar, incluso más alto en algunos sectores, es Sitio Ramsar, es decir ya tiene un estatus o categorización mundial respecto a la gran biodiversidad de aves, ahí anidan las tres especies de flamencos que hay en Chile y además es parte de la Reserva Nacional Los Flamencos, o sea es un lugar que está en el Sistema Nacional de Áreas Protegidas, pero aún así está este interés por explorarlo.
Entonces esto nos pone en una posición en que tenemos que ser también críticos y propositivos, creemos también que los salares, sobre todo de estas características, no deben ser tocados ni siquiera para exploración por lo frágiles que son. Por eso se necesita de forma urgente, no solamente esta Red de Protección de Salares, sino también un estudio masivo de todo los salares para tener toda la información disponible y poder tomar las mejores decisiones y eso tiene que hacerse ahora, porque no tenemos mucho tiempo, esto está avanzando muy rápido.
Se habla de Tecnología de Extracción Directa capaz de reinyectar la salmuera ¿Cree que podría ser una alternativa más sustentable?
- Los salares son tan frágiles que cualquier intervención genera un efecto. Ahora, por supuesto hay que evaluar cuáles son esos efectos, porque eso también va a depender de lo que uno conoce, a veces los efectos se ven solamente relacionados a la salud humana, sin embargo las afectaciones van de otras maneras, cultural y el tema que tiene que ver con las comunidades indígenas y también el acceso y la reserva de agua a futuro del altiplano, pero por sobre todo una afectación a la biodiversidad.
En el norte de Chile los salares son la fuente de biodiversidad en la parte continental y además son la fuente de agua que tiene el desierto y el altiplano. Entonces no pueden ser considerados en ningún caso solamente como lugares de explotación, son ecosistemas y todo lo que se pretende hacer tiene que ser de una forma muy informada y tomando las mejores decisiones.
Ahora, sobre las tecnologías, efectivamente hay muchas que se están evaluando para poder extraer litio sin la necesidad de evaporar o de usar las pozas de evaporación que actualmente existen, pero también son tecnologías que están en sus etapas iniciales, que no se han probado a nivel industrial, están en etapas piloto, e insisto que todo esto tiene que ser acompañado de real información y para eso se tiene que abrir un poco a la investigación independiente que genere datos de buena calidad y que estén disponibles también para las comunidades indígenas como para todas las personas, para que el Estado pueda tomar las mejores decisiones.
¿Qué le parecen las iniciativas que proponen utilizar agua de mar en las operaciones mineras?
- Existe una tendencia, en general en todo el mundo, para poder abordar la crisis climática y ecológica de desarrollar tecnologías que es una visión muy reduccionista sobre las complejidades de los problemas que nos aquejan. Ojalá existiese una respuesta, una tecnología que nos pueda ayudar a solucionar todos los problemas, pero eso no es así, eso es engañarse.
Respecto a las propuestas de bombear agua desalada o agua de mar a la cuenca del salar de Atacama es una aberración ecológica, por qué, porque se está interfiriendo, se está artificializando un ecosistema y eso sí que tiene implicancias aún más desconocidas que las pozas de evaporación, porque ahí uno sabe qué es lo que está pasando, pero incorporar agua, viendo que solamente se debe a la pérdida de agua y no considerar que son ecosistemas en que se va a incorporar una variable nueva, es agua distinta, es muy delicado.
Acá no se puede llegar y tomar decisiones, acá hay una comunidad pensante, una comunidad crítica, constructiva, que está disponible para aportar en todo lo que se requiera, pero también tienen que ser escuchados, me refiero a la ciencia, a las comunidades indígenas, a quienes han trabajado por mucho tiempo en salares. No puede ser que toda la discusión se base solamente en los criterios económicos, eso nos va a afectar de alguna u otra manera.
¿Se corre el riesgo de perder valiosa información microbiológica en estos procesos?
- Efectivamente, los salares son sitios muy interesantes en varios contextos. En el ámbito de la biodiversidad, al ser ecosistemas aislados y que también están bajo condiciones extremas muy especiales en el planeta, de hecho son ambientes poliextremos; ha hecho que tengan muchas especies distintas y varias endémicas, que se encuentran en un salar en particular, cada salar es distinto, tiene sus propias composiciones de sal y de biodiversidad.
En el ámbito microbiano, al haber una amplia diversidad, están ocurriendo muchos procesos funcionales, por ejemplo los ciclos biogeoquímicos y todo lo que tiene que ver con la fijación de carbono, la producción de gases, todo eso está ocurriendo en los salares, y también, al haber tanta interacción entre comunidades, se están produciendo compuestos bioactivos que tienen una actividad biológica, que incluso han sido testeados para poder desarrollar nuevas medicinas, como antibióticos, anticancerígenos.
Para qué hablar del potencial mineral, porque el Desierto de Atacama tiene casi toda la tabla periódica y en el futuro es probable que se necesiten otros tipos de minerales que están en los salares, pero al hacer esta extracción masiva de estos ecosistemas, probablemente ni siquiera van a estar disponibles para las futuras generaciones. Entonces hay mucho que los salares aportan y que también son parte fundamental de los ecosistemas del norte de Chile.
Cristina Dorador Ortiz
Es científica, investigadora y académica de la Universidad de Antofagasta desde 2008, bióloga de la Universidad de Chile y doctorada en microbiología en la Universidad de Kiel, Alemania, así como en el instituto Max Planck de Limnología. Estudios que la antofagastina ha centrado en microbiología, ecología microbiana, limnología y geomicrobiología presentes en los salares y otros ambientes extremos. Además, es integrante de la Red de Investigadoras de Chile, y fue consejera del CONICYT.
"Esperemos que no se tomen decisiones sin tener el conocimiento ni las evidencias suficientes que puedan causar, a la larga y al corto plazo, un gran problema de daño irreversible a los salares". "Existe una tendencia, en general en todo el mundo, para poder abordar la crisis climática y ecológica de desarrollar tecnologías que es una visión muy reduccionista sobre las complejidades".