Acuerdo de Producción Limpia de la Construcción
"Nuestra propuesta de APL tiene como objetivo que las empresas incorporen la economía circular segregando y clasificando sus desechos en la obra". Marcela Torres Moraga, Presidenta CChC Antofagasta
Es sabido por todos que Antofagasta tiene un serio problema contaminación a raíz de la proliferación de microbasurales, captando el interés de la ciudadanía, siendo una de las principales preocupaciones después de la seguridad. Desde el gremio durante los últimos ocho años hemos evidenciado ante las diferentes autoridades la necesidad que Antofagasta cuente con un lugar apropiado para disponer, tratar y recuperar los residuos de la construcción y demolición (rcd). En respuesta hemos recibido muestras de apoyo, compromiso y colaboración, pero lamentablemente los procesos administrativos y excesiva burocracia exceden los periodos alcaldicios, de gobierno y seremis, paralizando los pocos avances, reiniciando los procesos, muchas veces, desde cero.
Por esa razón en marzo del año pasado nos propusimos la tarea de impulsar un acuerdo de producción limpia (APL), el primero de la industria de la construcción en Antofagasta, y que busca dar una señal fuerte a través del compromiso de las empresas en incorporar el modelo de economía circular a sus procesos, ya sea, gestionando, tratando y recuperando los rcd producidos en el desarrollo de un proyecto de vivienda o de infraestructura ya sea público o privado.
De esta forma: tierra, áridos, restos de hormigón, piedras, cerámicas, vidrios, ladrillos, plásticos, yesos, acero, maderas, tuberías, papeles y cartones, representan la mayoría de los desechos inertes que salen desde una obra o faena, los que hoy las grandes empresas deben depositar en Mejillones, la ciudad más cercana con un lugar para ello, con el indudable aumento de costos en los proyectos públicos y privados.
Entre las acciones que hemos adoptado el último año está la conformación de dos mesas de trabajo multisectoriales; la primera en 2018 que permitió identificar cinco polígonos con las condiciones geográficas adecuadas para un depósito de rcd fuera de la ciudad; y la segunda conformada el 2022 y liderada por el Gobierno Regional a la que se presentaron cinco propuestas de diferentes empresas interesadas en administrar los rcd. Ambas instancias lograron importantes avances que hoy nos acercan un poco más para dar solución a un problema que requiere una solución urgente y definitiva, sin embargo, se vuelve a entrampar en los ya mencionados procesos administrativos y burocracia.
Por otra parte, para que sea realmente efectiva, será clave el rol fiscalizador de la autoridad para terminar con la práctica irregular en la que gran parte de los desechos termina en quebradas y en las inmediaciones del ex vertedero con desechos domiciliarios y escombros provenientes de construcciones a menor escala, depositados por vehículos, camionetas y camiones de fletes.
Nuestra propuesta de APL tiene como objetivo que las empresas incorporen la economía circular segregando y clasificando sus desechos en la obra, a fin de ser depositados en un sitio donde otra empresa recupere y revalorice el mayor porcentaje de esos desechos, para poder ser devueltos al sistema, reutilizándolos en la industria, o dándoles vida a otro producto conectando con emprendimientos locales sustentables.
Aspiramos que este APL sea el primer paso concreto desde la industria de la construcción, y una señal a la autoridad y a la comunidad que permita avanzar con mayor prisa a habilitar en nuestra ciudad uno o dos centros de tratamiento y recuperación de rcd. La punta de lanza de un nuevo trabajo que tendremos que realizar de forma conjunta, coordinada y planificada en alianza público-privada, para recuperar la belleza de nuestra ciudad y avanzar hacia un desarrollo sostenible, una Antofagasta más limpia.