Héctor Alterio fue homenajeado en Buenos Aires: "Estoy contento con lo que he vivido"
GENTE. El actor que fue el padre en "El hijo de la novia", regresó para despedirse y fue declarado "parte" de la historia Argentina.
Agencias
Fue el entrañable padre en "El hijo de la novia", el patriarca Makantasis en "Cenizas del paraíso" y Martín Santomé en "La Tregua": solo una ínfima parte de los 100 personajes que Héctor Alterio interpretó en cine y de los 50 en teatro.
El actor, "parte" de la historia argentina, como lo denominó el ministro de Cultura trasandino, recibió la nochde del martes el abrazo de su país natal en una emotiva ceremonia celebrada en Buenos Aires, cuyo conductor fue el intérprete Gastón Pauls y que contó con la presencia de otros colegas de profesión, como Ricardo Darín o Pepe Soriano.
La gala comenzó con un video que recopiló sus más de seis décadas de interpretación en cine, en las que rodó filmes como "La tregua" (1974), "Camila" (1984) y "El hijo de la novia" (2001), candidatas a los Oscar; "La historia oficial" (1985), ganadora del premio de la Academia de Hollywood; "Caballos salvajes" (1995) o "Cenizas del paraíso" (1997).
"Estoy contento de lo que he vivido. Dicen, y con razón, que estoy en tiempo de descuento. No sé si saben que tuve un tío en (el barrio porteño de) Chacarita que fue un gran arquero de fútbol; espero atajar varios penales todavía y seguir jugando todo lo que pueda", dijo un emocionado Alterio, de 93 años, en el discurso que pronunció durante la ceremonia.
En su alocución, dijo en numerosas ocasiones la palabra "gracias", porque "no encuentro otra correcta" para lo que vivió en esa jornada. "¿Qué más hay después de 'gracias'?", agregó.
Cómo superó la timidez
Acompañado de su compañera, la psicoanalista Ángela 'Tita' Bacaicoa, y de su hija, la actriz Malena Alterio, el actor debió rememoró en su discurso al "muchachito flacucho y narigón" que paseaba por su barrio, Chacarita, "que encontró la forma de hacerse un lugar en este falso mundo" divirtiendo al público "con sus payasadas" y agradeció a "los personajes" que interpretó en su carrera, que le permitieron "encubrir" su "timidez".
También recordó que el teatro le ayudó "a tomar una posición política" y explicó que en su juventud pensó que la "revolución vendría de la mano de la cultura".
Tras los años oscuros 70, en los que tuvo que exiliarse de Argentina por las amenazas de muerte recibidas por parte de la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina), Alterio rescató el papel jugado por las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo como el "hito más importante de reparación" que Argentina mostró "al mundo entero".
"Han pasado 93 años y los recuerdos se agolpan, se mezclan, se distorsionan", resumió el veterano actor.
Alterio, afincado desde hace décadas en España, regresó a su país natal tras un largo tiempo de ausencia para presentar "A Buenos Aires", una obra teatral con la que se despedirá de los escenarios argentinos.
Por este motivo, el ministerio de Cultura organizó este homenaje para nombrarlo "Persona Emérita de la Cultura".
"referente"
Gastón Pauls, protagonista de "Nueve reinas", definió a Alterio como un "gran compañero, ubicado, callado" y de él destacó "su humildad", que es "todavía más grande que su calidad actoral".
También presentes estuvieron Ricardo Darín y Eduardo Blanco, actores que trabajaron con él en "El hijo de la novia" y que se abrazaron con inmensa emoción al veterano intérprete.
Ambos explicaron a Efe el "cariño y admiración" que sienten por Alterio, a quien consideran un "referente" en la interpretación.
"No solamente trabajé, sino que lo admiré toda la vida. En la época que me formé como actor era uno de mis referentes. Lo sintetizo en que, para mi gusto y criterio, dice 'hola' y me conmueve", explicó Blanco, el falso cura en "El hijo de la novia".
Parte de la historia
Por su parte, el protagonista de "El secreto de sus ojos" y "Argentina, 1985" explicó que, para él, Alterio "es un maestro, sin pretenderlo".
"Él nunca quiso enseñar nada a nadie. Es un maestro porque es un ejemplo viviente de cómo se puede ser una buena persona y un excelente profesional", comentó.
Después de las actuaciones musicales, a cargo del bandoneonista Rodolfo Mederos y los cantantes Marcelo Balsells y Adriana Varela, el ministro de Cultura entregó la placa que nombró a Alterio "Personaje emérito de la cultura" y dijo que en el pasado Argentina le "dio la espalda" y tuvo que conocer "el exilio", que, dijo, vivió "con una dignidad extraordinaria". "Sos parte de nuestra historia", concluyó.