Historia de la Terapia Ocupacional
La Terapia Ocupacional (TO) como disciplina nace bajo diversas corrientes filosóficas y movimientos sociales entre el siglo XVII-XVIII. Una de las grandes ideas conducentes y propulsoras, de la disciplina fue el tratamiento moral del Psiquiatra Philip Pinel, conocida como la primera revolución psiquiátrica, que mediante un trato humanizado apuntaba a un cambio asistencial hacia los "pacientes psiquiátricos", dónde se prioriza el vínculo terapéutico, la historia de vida, las ocupaciones significativas, los gustos y aficiones, pero por, sobre todo, el respeto a la dignidad de las personas.
En el siglo XIX, la disciplina comienza a nutrirse desde el movimiento de las artes y oficios de Williams Morris y John Ruskin, arquitectos y diseñadores, críticos de la primera revolución industrial y sus consecuencias en el desarraigo del gusto artístico, la creatividad y la manufactura del artesano. En ese entonces plantean la relevancia de volver a lo natural y devolver con esto, la dignidad al trabajador mediante el concepto de trabajo satisfactorio. Dicho movimiento y sus ideas fueron pioneras en el uso de las actividades como medio terapéutico en los hospitales. En esa época, de forma paralela Susan Tracy, enfermera de profesión, utiliza estas corrientes como parte del tratamiento a sus pacientes, posicionándose como una exponente clave de la relación entre salud y ocupación.
Por otro lado, Eleonor Clarke y Jane Adams, trabajadoras sociales, feministas y pragmáticas, consideradas una piedra angular en el desarrollo y expansión de la disciplina, fueron desarrollando una visión crítica frente a la inequidad de género y las desigualdades sociales, siendo participantes activas en la reivindicación femenina en materia de sufragio, libertad, educación e inclusión al mercado laboral de las mujeres. Actualmente Clarke se considera una de las propulsoras de la Terapia Ocupacional, debido a la creación de la primera escuela de TO en Chicago, junto al psiquiatra Benjamín Dunton, primer presidente de la asociación americana de Terapeutas Ocupacionales en 1917.
Si bien la historia de la TO ha tenido diversos cambios y crisis paradigmáticas producto de la búsqueda de posicionamiento y validación en el campo de la medicina y ciencias sociales, conocer sus orígenes es esencial para identificar el surgimiento de las bases filosóficas de nuestra profesión. Finalmente en la actualidad, en pleno paradigma social crítico de la profesión, emergen conceptos como derechos humanos, justicia social, inclusión y equidad, términos que no tienen que ver con moda o mera atingencia en la formación de profesionales, sino con las raíces, los principios y valores en el que cada Terapeuta Ocupacional debe sostener el ejercicio de su praxis, ya que cuando la ocupación es considerada un derecho, permite garantizar el cambio social, la transformación de realidades y el bienestar colectivo de las comunidades que nos rodean.
Pablo Oyarzún Dubó y Bianca Puntareli Vicencio
Académicos de Terapia Ocupacional, UNAB