Más seriedad
La ley sobre "legítima defensa privilegiada para policías" que se tramita en el Congreso Nacional, ha sido motejada por la ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo, como una ley de "gatillo fácil" -expresión que de inmediato fue amplificada por los sectores de la ultraizquierda-. Cabe explicar que la ley en trámite busca "fortalecer y proteger el ejercicio de la función policial y de Gendarmería", otorgándoles una mínima garantía para el cumplimiento de sus funciones, esto es, que puedan defender su vida. El manejo comunicacional fácil y malintencionado sólo termina favoreciendo a la violencia, la delincuencia, el crimen organizado y el narcotráfico. Pedimos más seriedad a las autoridades y dirigentes políticos.
Francisco Bartolucci Johnston
Apoyo
La ministra Vallejo señaló que "no queremos gatillo fácil", refiriéndose a la labor de las policías. Parece que la ministra no aprecia que los únicos que tienen gatillo fácil, armas sin necesidad de permisos e impunidad ante la falta de acción de nuestras autoridades y ante la desidia de defender el Estado de derecho, son los delincuentes. En lugar de ocuparse de generar restricciones, deberían apoyar la Ley Nain-Retamal tal cual está, dándole el respaldo y confianza a las policías en su acción antidelictiva. Respecto a los organismos de derechos humanos y a la ONU, sería muy conveniente que conozcan in situ la situación en que está la ciudadanía chilena amenazada en su seguridad por parte de organizaciones criminales de diverso tipo. Es hora que nuestras autoridades gobiernen priorizando a los ciudadanos, a la gente común, en lugar de seguir amparando ideológica y prácticamente a los delincuentes, que no tienen restricción alguna para actuar impunemente en todo Chile.
Nathan Novik
En manos de delincuentes
La ministra Vallejo dice que el Ejecutivo no quiere una norma de "gatillo fácil" refiriéndose a la denominada Ley Nain-Retamal. Habría que recordarle al Ejecutivo y a la ministra que los hechos nos muestran que el gatillo fácil lo han tenido los delincuentes y asesinos que han dado muerte a demasiados Carabineros en el último tiempo.
Carlos Fanta De la Vega
Estrategia
El 29 de marzo pasado, en Contulmo, Región de la Araucanía, hubo un enfrentamiento en el que delincuentes, que habían sustraído un vehículo, atacaron con armas y munición de guerra. Se informó que el personal de la Armada respondió con balas de salva. El subsecretario Monsalve dijo que el incidente fue grave, pero vio el lado positivo diciendo que en ese lugar los hechos violentos habían bajado en un importante porcentaje. Conclusión políticamente correcta: las balas de salva reducen los hechos de violencia. Habría que felicitar al que propuso y a los que aprobaron esta novedosa táctica, disparando en su honor 21 balas de salva.
José Luis Hernández Vidal
Subsidiariedad
La palabra subsidiariedad viene del latín subsidium, que significa "ayuda, auxilio". La subsidiariedad ha sido definida como la no absorción de las sociedades menores por parte de las mayores y como la autonomía de los cuerpos intermedios entre el hombre y el Estado.
El principio de subsidiariedad supone la aceptación del derecho de propiedad privada y de la libre iniciativa en el campo económico. El Estado debe permitir a los ciudadanos asociarse, actuar y desarrollarse libremente y favorecer la iniciativa privada.
El Estado debe actuar en su ámbito propio, sin invadir el campo de los cuerpos intermedios. Sin embargo, cuando a éstos no les interesa, no quieren o no pueden desarrollar ciertas actividades que son necesarias para la comunidad nacional, el Estado debe actuar en subsidio.
La subsidiariedad y la solidaridad, lejos de ser conceptos antagónicos, son totalmente compatibles entre sí. Tal dicotomía no existe: un Estado puede perfectamente ser solidario y subsidiario a la vez. El bien común exige respetar el principio de subsidiariedad.
El despegue económico de Chile se produjo al circunscribir al Estado a sus funciones propias -dejando de ser empresario e interventor-, lo que permitió la liberación de la fuerza de los privados que había estado reprimida por el dirigismo y la hipertrofia del Estado y despertó el espíritu empresarial de los chilenos.
Adolfo Paúl Latorre
