He revisado el material que tengo sobre el mundo andino de la Región de Antofagasta y consultado a tres amigos lican antai acerca del Consejo de Ancianos.

A lo menos desde inicios del siglo XX hasta hoy no hay recuerdos en los pueblos acerca de la existencia de estos Consejos. Lo que si existía era la comunidad, ayllú o ayllo, que reunía a todos los comuneros de una localidad, lugar o territorio determinado. Existían dos tipos de reuniones comunitarias: una, en que se convocaba a todos los adultos y adultas; en las comunidades más pequeñas, también a los adolescentes ; y otra en que asistían todos y todas, generalmente para recibir informaciones.

En todas ellas, las voces de los ancianos varones eran escuchadas con mucho respeto y, generalmente, los acuerdos giraban en torno a dichas intervenciones.

Ancianos y ancianas desempeñaban un rol importante en la práctica y enseñanza de las artesanías, las costumbres, la historia local. Se levantaban actas con la nómina de los asistentes y los acuerdos adoptados. Esas actas, documentos o lo que fuese escrito generalmente eran CHguardados en una maleta o baúl en la denominada "casa comunal". En la mayor parte de los pueblos cuando uno consulta discretamente por ellas, como no les agrada que se penetre en la intimidad de sus reuniones, responden que se quemaron en un incendio, que se perdieron en un aluvión o simplemente que desaparecieron.

Otros, en la medida que iban transformándose en adultos mayores, pasaban a desempeñar roles de yatiris o yachos (el primero en aymara, el segundo en quechua), hombres y mujeres sabios y sabias, curanderos (as), personas que interpretan las estrellas, las hojas de coca, que son capaces de tener visiones de situaciones que ocurrirán.

Esto sucedía en todos los poblados o ayllús pues, incluso San Pedro de Atacama, que es una creación española, no era una unidad sino catorce ayllús asentados en un territorio muy próximo. Incluso aún hoy dicen ser de Séquitor, Quitor, etc., antes que sanpedrinos.

Sandra Berna, a través de la Acción Católica, Mirta Solís, y otras, se preocuparon de crear agrupaciones de adultos mayores y ancianos, me parece que desde fines del siglo pasado y/o inicios del siglo XXI.

Domingo Gómez Parra. Miembro de OPRIL