Calama se viste de aniversario
"Calama se abrió camino en la actividad ciudadana, transformándose en el alero tibio y acogedor de la gente de trabajo. Hoy cumple 144 años de existencia". Arturo Mardones Segura, Rotary Club Chuquicamata
Los hombres, mujeres y niños de esta tierra, de expresión de arco iris, donde están los cerros y montañas pintadas por los matices del cobre, del oro y del salitre, saludan con recogimiento y alborozo espiritual, a la esforzada y progresista ciudad de Calama, en sus 144 años de su incorporación a la soberanía nacional.
Recordamos la gloriosa efeméride del 23 de marzo de 1879, en que nuestra Patria, única, eterna, victoriosa; gritaba a borbotones por la sangre de sus soldados en el desierto y en las montañas, en las arenas y en las calles polvorientas, sosteniendo en alto su bandera.
Hoy Calama se viste de aniversario. Esta tierra generosa, de historia y paisaje que mantiene vivo el espíritu de Topáter, trasunta satisfacción por el deber cumplido, con honestidad, con pundonor, con esfuerzo alegre y con fecunda actividad. Es que la semilla traía germen que fecundizó en plenitud, que se abrió en floración amplia y vivificante. Sus pasos nunca fueron vacilantes ni tímido. Pisó con enhiesto ritmo en la senda del progreso múltiple impulsada por la sabia conducción de timoneles íntegros, de "monitores" duros como el acero, en la sagrada tarea de hacerla más grata para sus hijos.
Calama se abrió camino en la actividad ciudadana, transformándose en el alero tibio y acogedor de la gente de trabajo. Hoy cumple 144 años de existencia. Su espíritu tiene la reciedumbre de la madurez templada.
Por esta razón hoy levanta su rostro con serena tranquilidad, con ancha satisfacción. Lo muestra y lo exhibe sin esconder temores ni debilidades. Su diáfana vida al servicio de su gente y de Chile se mueve en la pupila del cristal más puro, se ausculta en el destello de la luz más límpida. Al cumplir 144 años de existencia, alza su mirada con confianza, prolonga su visión con optimismo hacia el futuro y retrotrae el pretérito con honda seguridad e íntimo regocijo.
Sabe Calama, que en su existencia ha justificado las ilusiones de quienes se esmeraron por darle vida real. Está cierta que no ha defraudado esperanzas, ni que ha sembrado desencanto. Por el contrario, del esfuerzo sostenido y al ritmo incesante del trabajo creador, ha logrado empinarse hasta la cima del prestigio y consideración que hoy sustenta orgullosamente.
En esta hora de análisis introspectivo y segura de haber cumplido su misión fundamental. Calama con la alegría que da una trayectoria acertada y un andar positivo, expresa a la ciudadanía todo su más fraternal saludo e invita a presenciar y palpar lo que ha realizado en estos 144 años de existencia.
Ofrezcamos a Calama en su día, estos líricos laureles, nuestras rojas manos de cobre, de choclos y de alfalfas para que Calama se fortalezca, fulgure y madure en cauce de inmensidad.