El poder de la lectura
"Como región debemos cultivar y fortalecer el hábito de la buena lectura, aquella que amplía, vitaliza y renueva nuestros valores, creencias y conocimientos". Luis Bastías Eyzaguirre, Abogado
En anterior columna ya nos hemos referido al poder de la palabra, esa mágica herramienta que permite comunicarnos, modelar nuestra sociedad e inclusive construir realidades. Ahora, encontrándonos ya próximos al fin del período estival en nuestra región, recordar que esta época, de mayor sosiego, siempre resulta propicia para recurrir a la buena lectura, aquella que aviva el alma y desafía las fronteras de nuestras creencias, conocimientos y pensamientos. En efecto, el poder de la buena lectura permite transformar y ampliar todos nuestros límites.
No por nada se asigna al pensador chino Confucio la expresión "No importa lo ocupado que piensas que estás, debes encontrar tiempo para leer, o entregarte a una ignorancia autoelegida". Por su parte Santa Teresa de Jesús, fundadora de la Orden de Carmelitas Descalzos, nos entrega la siguiente «Lee y conducirás, no leas y serás conducido».
Conforme los resultados proporcionados por el Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (Cerlalc), organismo intergubernamental bajo el auspicio de UNESCO, nuestro país presenta un buen desempeño en los hábitos lectores de su población, ello en relación con la realidad iberoamericana.
Nuestra región cuenta con importantes y reconocidos exponentes de la literatura nacional, varios de ellos premios nacionales, entre ellos Lenka Franulic, Hernán Rivera Letelier, Mario Bahamondes, Antonio Skármeta, y muchos otros.
Las universidades locales han logrado crear un importante acervo histórico, científico y social de nuestra región, encontrándose todos ellos disponibles para sus habitantes; y las bibliotecas de la región, en especial la Biblioteca Regional de Antofagasta, cuentan con un amplio catálogo de obras regionales, nacionales e internacionales, tanto para su lectura in situ como bajo la modalidad de préstamos para lectura. En este sentido, el rol que las universidades y bibliotecas han asumido a nivel regional en la difusión de la lectura, y la cultura en general, resulta esencial y necesaria para alcanzar el pleno desarrollo humano regional. Finalmente, las librerías de la región ofrecen distintas opciones para aquellas personas ávidas de lectura y la red internet conlleva un fondo cuasi ilimitado para la lectura.
En este escenario, como región debemos cultivar y fortalecer el hábito de la buena lectura, aquella que amplía, vitaliza y renueva nuestros valores, creencias y conocimientos, desprovista de todo mito, ideología o engaño. La lectura nos proporciona libertad.
Conocer la historia regional resulta indispensable para nuestra consolidación como territorio social y político, y para ello contamos con una amplia y excelente variedad de autores que nos invitan a conocer nuestra historia como comunidad, de la talla de Óscar Bermúdez Miral, Isaac Arce Ramírez, Andrés Sabella Gálvez, Floreal Recabarren Rojas, Juan Panadés Vargas y más recientemente el académico José Antonio González y el ingeniero antofagastino Bernardo Tapia Pinto con su obra "Tras la huella de Juan López", entre muchos otros.
La invitación está cursada, a disfrutar de la buena lectura.