La esencia del legado de Sabella
Hace unos días tuve la ocasión de participar en una tertulia en casa de mi amiga María Canihuante. Me produjo impresión ese rincón literario lleno de símbolos. Más aún, lleno de la presencia de Andrés Sabella. Si tan sólo al abrirse la puerta de esta casa casi mágica, aparece un inmenso retrato del poeta, como dando la bienvenida.
El bar que aparece atrás, en el comedor, tiene la forma de un galeón, que representa esa inmensa unión con el mar que tuvo el vate, manifestada en la Hermandad de la Costa. Otra sorpresa, tal galeón se llama nada menos que "Hacia", el nombre del cuadernillo que Andrés creaba, editaba y regalaba por décadas y que técnicamente es la voz oficial de la antofagastinidad. En otras palabras, el Norte Grande navega en un galeón de palabras guiados por el capitán Sabella, en esa casa de la Gran Vía.
Y... la contramaestre. Mi amiga María, que es la Curadora del Patrimonio de Andrés Sabella. El trabajo de María también lleva décadas y creo que su mayor manifestación ha sido mantener vigente, todos los días, la "Linterna de Papel", una columna de prensa que es una ventana abierta para los cultores de la antofagastinidad. Y que aparece en El Mercurio de Antofagasta y El Mercurio de Calama.
Y la Pinacoteca, soñada, con varios dibujos de Andrés y una hermosa muestra de pintores locales. Pero eso da para otra mirada, otra Linterna y … otra invitación.
Lo que digo a continuación es muy personal. Lamento profundamente que una creación de Andrés Sabella -mentor intelectual del Norte Grande- aparezca en el más importante diario regional, "El Mercurio", en las páginas finales y debajo del crucigrama y del horóscopo. Más aún... éstos tienen una escandalosa superioridad en espacio. Da la impresión de que toda la Segunda Región es la que habla a través de "El Mercurio de Antofagasta" y dice... "¿este es el valor que damos a la identidad local... menos que el crucigrama y el horóscopo?". Estoy claro que ésta es una región minera y que en Antofagasta manda el dinero, pero… manifestemos un mínimo de cultura.
Gracias Andrés Sabella. Gracias María Canihuante.
Wilfredo Santoro. Consejo Patrimonial de Mejillones