Alejandro Ahumada R.

El paisaje de Cerro Quimal, a más de 4.200 metros de altura al norte de San Pedro de Atacama, fue hace más de 200 millones de años, un sistema de ambiente húmedo, con lagunas que albergaron abundante vegetación, la que permitió sostener comunidades de arcosaurios, tanto hervíboros como carnívoros.

En Sudamérica, durante el Triásico, se conocen ricos yacimientos de vertebrados, particularmente en el sur de Brasil y norte de Argentina. En Chile, en cambio, la fauna vertebrada coetánea descrita hasta la fecha de aquella época sigue siendo escasa. Registros de la unidad denominada "Estratos El Bordo" (cerca de cerro Quimal) describieron a fines de los '60's un taxón referido al Aetosauria, representado por el esqueleto fragmentario de Chilenosuchus forttae Casamiquela. Un esqueleto poscraneal parcial referido a un silesáurido indeterminado fue posteriormente reportado en la misma unidad, así como extremidades de restos de un Crocodylomorpha descrito preliminarmente el año 2016.

Eso hasta ahora. Porque la discreta sucesión de rocas continentales del Triásico superior que aflora en las cercanías del Cerro Quimal, se está convirtiendo en un asombroso lugar que evidencia enorme riqueza paleontológica.

Hallazgos

Investigadores del Laboratorio de Ontogenia y Filogenia, de la Facultad de Ciencias, Universidad de Chile, en asociación con el Museo de Historia Natural y Cultural del Desierto de Atacama de Calama, publicaron recientemente en la revista científica "Journal of South American Earth Sciences" la investigación "New records of continental vertebrates from the Triassic of the Atacama Desert, northern Chile", que detallan sorprendentes hallazgos en el sector "Estratos el Bordo", los que describen por primera vez vertebrados acuáticos en la zona.

"Estas rocas son de poco después de la mayor extinción conocida en nuestro planeta, la extinción del Permo-Triásico", señala Rodrigo Otero, paleontólogo del Laboratorio de Ontogenia de la Universidad de Chile. "Es el norte de Chile antes de incluso ser Gondwana. Estamos hablando de tiempos en que Sudamérica era parte del hipercontinente Pangea. Si bien ya se conocían arcosaurios basales en la zona, hasta ahora no se había reunido evidencia de vertebrados acuáticos. Los nuevos materiales son los primeros restos de peces dulceacuícolas y anfibios, junto con restos de coprolitos dejados por otros vertebrados, que podrían corresponder a tiburones dulceacuícolas", acota Otero, líder de la investigación.

Vertebrados acuicolas

Los nuevos registros vienen a enriquecer el aún escaso conocimiento de la fauna continental vertebrada que habitó el margen suroeste de América del Sur durante el Triásico y sin duda, a juicio de los investigadores, pone en valor la enorme riqueza del sector cercano al cerro Quimal.

La investigación describe nuevos restos de vertebrados encontrados en estratos triásicos . Estos incluyen el primer registro de temnospondyl (una forma de tetadrópodo primitivo) y actinopterigios, especie de peces prehistóricos vertebrados, atribuibles al dominio de los Pseudobeaconiidae, además de una segunda forma con afinidades con los incertaesedis, un pez con aletas radiadas denominado "Guaymayenia paramillensis".

"El espécimen de temonspondyl recuperado representa un pequeño morfotipo con afinidades taxonómicas aún sin resolver. Su posición estratigráfica indica una de edad Triásico Medio, siendo uno de los escasos temnospondyls sudamericanos registrados durante este lapso", subraya la investigación.

En cuanto a los nuevos registros de actinopterigios, uno de los especímenes recuperada de la parte inferior de la sección estudiada es referido como Guaymayenia paramillensis, un taxón previamente registrado en la cuenca de Cuyana de Argentina, con una edad probable del Triásico Medio. Un segundo espécimen actinopterigio recuperado se relacionaría cono un Pseudobeaconiidae indeterminado.

"Ambos registros actinopterigios de los 'Estratos El Bordo' son consistentes con la fecha radioisotópica disponible mientras que sus ocurrencias estratigráficas relativas también son sólidas con una edad del triásico medio a superior", señala el estudio.

Coprolitos

Otro de los singulares hallazgos que describieron los investigadores fueron dos coprolitos (heces fósiles) espirales. Dos coprolitos que se estima fueron producidos por vertebrados acuáticos. La presencia de un coprolito de voluta abre la posibilidad de un condrictio temprano de agua dulce como productor, una clase de vertebrados acuáticos conocidos por sus esqueletos, como peces cartilaginosos.

Lo anterior por cuanto en el lugar, existe evidencia de dos registros previos de hibodontidos (tiburones primitivos) hallados en depósitos Pérmicos (marinos) y Triásicos (de agua dulce) del norte de Chile en 1986 y 1995.

"Los nuevos fósiles empiezan a mostrar que los lagos que existieron entonces en la región, tenían vínculos ecológicos con cuencas presentes en Argentina durante el Triásico. Hay evidencia de grandes lagos que existieron durante el Triásico entre las regiones de Antofagasta y Copiapó", finaliza el investigador.

"Hay evidencia de grandes lagos que existieron durante el Triásico entre las regiones de Antofagasta y Copiapó".

Rodrigo Otero, Paleontólogo U. Chile