Afortunado hallazgo: el ancla del Cochrane
¡El "Huáscar"! ¡El "Huáscar" viene entrando a la bahía!
La amenaza del monitor volvía a sembrar la angustia en la población de Antofagasta, que ya conocía las andanadas del buque peruano. Era la noche del 7 de octubre de 1879 y la nave enemiga comenzaba a caer en la celada que pondría fin a sus correrías.
La marinería del "Cochrane" respondió presta al toque de zafarrancho y pronto cada tripulante estaba en sus puestos. De inmediato se dio la orden de levantar presión en las calderas y los cabrestantes comenzaron a levar las anclas, para zarpar a la gloria.
Pero, algo habría de salir mal… Y se resolvió de inmediato. El ancla de estribor se trabó y pese a los esfuerzos y las maniobras, no pudo ser zafado. Entonces, el comandante Juan José Latorre, dio la orden de largarlo, perdiendo así tres paños de cadena y el ancla mismo. La prisa por entrar en acción, para impedir la fuga del buque de Grau, impidió continuar con los intentos y el "Cochrane" se hizo a la mar.
El resto es historia sabida.
Las correrías del monitor peruano llegaron a su fin y luego de un tiempo, reparadas las averías provocadas por los artilleros navales chilenos, sobre el pico de mesana del "Huáscar" flameó el pabellón tricolor.
Algo sorprendente habría de suceder en aguas de la bahía, la mañana del 6 de septiembre de 1882. Poblada de mástiles, vergas y lanchones, las aguas antofagastinas eran un hervidero de vida marítimo/portuaria. Terminadas las faenas de embarque de salitre, el vapor "Mendoza" se aprestaba a zarpar y en las maniobras de levar sus anclas, se comprobó que -enredada en sus propias cadenas- venían otros paños y un ancla que le era ajena. Informada la autoridad marítima, pudo reconocer que se trataba del ancla que el "Cochrane" había perdido años atrás, en razón de una urgente maniobra de zarpe.
Días después, en una de sus recaladas para proveerse de carbón, el blindado "Cochrane" recogió aquellos elementos de fondeo, que bien pudieron haber retardado la captura del navío enemigo en el combate naval de Angamos.
Jaime N. Alvarado García Profesor Normalista - Periodista