Del valor de los archivos históricos
Rescatar y preservar la memoria histórica local demuestra la capacidad de una sociedad de poner en valor el esfuerzo de quienes dieron inicio a estas comunidades. Poner atención en la forma en que esa memoria es preservada es también muestra de la madurez y desarrollo que esas sociedades han alcanzados.
El hallazgo, casi por azar, de un libro funerario que contenía datos relevantes respecto a los inicios de Chuquicamata como principal faena industrial de Chile, no solo asombra por la información que aporta y que permite a los investigadores describir alguna de las características socioambientales de la época, sino además por la serie de interrogantes que abre respecto a la disposición de fuentes de información con que cuentan quienes se dedican a estas tareas.
En la medida que las universidades regionales han ido fortaleciendo sus capacidades e incorporando capital humano avanzado a sus planteles, los intereses y ámbitos de investigación se han ido multiplicando y diversificando en toda la Macrozona Norte. La reconstrucción histórica del Desierto de Atacama, por tanto, es una de esas líneas de investigación que debería tener especial relevancia por su alcance en la memoria y convivencia que las distintas comunidades han construido en este espacio y a través del tiempo.
El estado de conservación de archivos históricos es clave. En el caso de Chuquicamata, por ejemplo, por sus características de campamento minero autogestionado, mucha de esa información relativa a actas de nacimientos, defunciones o situación sanitaria, por ejemplo, están en manos de la empresa estatal con diversas dificultades para su acceso.
En el caso de Antofagasta, en tanto, los archivos municipales se encuentran en el sector del barrio histórico en condiciones que muchas veces no ayudan a su conservación y estudio. Al respecto el Gobierno Regional, realizó un importante paso con la adquisición de los terrenos de la exmolinera donde se espera instalar el actual archivo regional. El anuncio sin embargo, se encuentra a la espera de su concreción para lo cual faltan una serie de etapas que hacen difícil prever una fecha estimada para su uso. En otro extremo, una situación parecida, pero con muchos años más de espera y muchas más dudas, es el proyecto de reconstrucción del archivo y museo de San Pedro de Atacama.
Poner atención en la forma en que esa memoria es preservada es también muestra de la madurez y desarrollo que esas sociedades han alcanzado gracias a esos habitantes que conformaron las nuevas comunidades del Desierto de Atacama.