La relevancia de obtener información
El contar con estos instrumentos y conocer los resultados del acceso a la información es útil y fundamental para la sociedad. Los organismos mejor evaluados fueron la Teletón, la Onemi (hoy Senapred), el Servel, la CPC y Bomberos. Las instituciones peor evaluadas fueron el Sename, Presidencia, entre otros.
Hace pocos días se dieron a conocer de manera oficial los resultados del Barómetro de Acceso a la Información, un informe anual que realiza la Asociación Nacional de Prensa (ANP) con la colaboración del Consejo para la Transparencia, y que recoge las percepciones de los periodistas que trabajan en medios nacionales sobre el nivel de acceso a la información de distintas instituciones de relevancia pública.
En general, los resultados presentaron una mejora en el acceso a la información, de acuerdo a la percepción de los encuestados. El puntaje correspondiente al Barómetro de este año fue de 44,5% durante 2022, una evolución positiva respecto del 40,7% registrado el 2021.
En esta oportunidad, la encuesta, en la que también colaboran la Fundación de la Prensa y la Universidad Central, fue respondida por 448 periodistas, editores y directores de medios de comunicación chilenos, incluyendo prensa, televisión, radio y revistas.
Al igual que en años anteriores, se midieron tres dimensiones de acceso a la información: disposición a la entrega de información; confiabilidad y precisión de la información, y entrega oportuna de la información.
De acuerdo a los resultados generales, los organismos mejor evaluados fueron la Teletón, la Onemi (hoy Senapred), el Servel, la CPC y Bomberos. Por otro lado, las instituciones peor evaluadas fueron el Sename, Ministerio de Relaciones Exteriores, Presidencia, Superintendencia de Educación y el Ministerio del Interior.
Dentro de las instituciones más consultadas estuvieron las Municipalidades (71%), Carabineros (58%), Ministerio de Salud/Seremi (48%), PDI (46%) Gobernación y Cores (42%). Y es en este punto importante recalcar lo relevante que es, para los medios regionales, que estos organismos respondan con premura y precisión a los requerimientos que solo son una respuesta a las inquietudes de la comunidad.
Por lo mismo, el contar con estos instrumentos y conocer estos resultados es útil y fundamental para la sociedad. No sólo para quienes requieren de los insumos noticiosos, sino que también para las mismas fuentes, que deben enmendar o fortalecer su desempeño, para ayudar así a transparentar situaciones a través de la información.
Tormenta perfecta
¿Qué es una tormenta perfecta?. Es un fenómeno o suceso, en que confluyen una serie de factores, que se unen y conectan entre sí, produciendo un efecto negativo, de alto impacto. Una combinación de circunstancias que agravan drásticamente una situación, alcanzando consecuencias desastrosas.
Al concluir el año escolar 2022 el balance no es halagüeño. Estamos frente a una tormenta perfecta. Violencia en los colegios. Incluso fuera de los límites de sus propios recintos. Bombas molotov en las mismas salas. La Superintendencia de Educación informó del aumento de las denuncias por violencia escolar en un 21,7% entre 2019 y 2022. Ausentismo. La asistencia promedio, entre marzo y octubre de este año, fue del 83%, 5,3 puntos porcentuales menos que en 2019. Un 39% de los matriculados 2022 tuvieron una inasistencia grave. Deserción. 50.529 mil alumnos salieron del sistema escolar entre 2021 y 2022, 24% más que en 2019. Gravísimo. Déficit de profesores idóneos. Para 2025 tendremos un 30% menos de docentes en comparación a 2016. Rezago escolar, en contendidos, habilidades cognitivas y socioemocionales, problemas de obesidad. El más crítico, los tremendos déficits en lecto escritura.
¿Cuál ha sido el foco de las autoridades?. Lejos de las necesidades actuales. Programas que no están a la altura de las prioridades. Insuficientes. Distintos actores buscando sucesivas excusas para interrumpir las clases, generando falta de confianza de los apoderados en los colegios, incrementando el trabajo de los docentes, agobiándolos, propiciando el ausentismo y la deserción. Estamos en el ranking de los países con el menor número de días de clases presenciales en el mundo, post pandemia. Los estudiantes chilenos perdieron un total de 259 días de clases durante el COVID19. Equivalente a 1,52 años de clases. La autoridad no se puede ejercer. No cuenta con el aval de padres y autoridades. Profesores que abandonan la profesión, drástica disminución de interesados por ser docentes. ¿Qué sistema educacional resiste así, sin desfallecer?.
La información a la fecha tampoco da señales de acciones de envergadura para 2023. Hay colegios que cuentan con liderazgos potentes, profesores alineados, con altas exceptivas, padres comprometidos y alumnos motivados. En muchos otros esto no ocurre. Es urgente incorporar subsidios para la recuperación escolar, con horas para personal de apoyo, con dedicación exclusiva. Que puedan concentrar el trabajo de manera personalizada, en lo académico, emocional, social. Tener mediciones que levanten diagnósticos y seguimientos, individualizados, con pronta reportabilidad. Dar seguridad y confianza para que los colegios puedan funcionar. Esto en lo más inmediato. No podemos seguir haciendo más de lo mismo y a granel. En la medida que el tiempo pasa las distancias se hacen cada vez mayores para remontar. Cuando se trata de la educación escolar de un país y su futuro, nada es mucho, todo se hace poco. Sobre todo urgente.