La carrera de Pelé se desarrolló casi completamente en un solo club: desde que debutó en 1956 (con 15 años) hasta 1974 vistió siempre la camiseta del Santos. Nunca fue a Europa y solo al final de su actividad como futbolista (entre 1975 y su retiro en 1977) aceptó incorporarse al naciente Cosmos de Nueva York, que entonces era recién un experimento.
Pero con el Santos lo hizo todo: jugó 1.114 partidos entre oficiales y amistosos, en los que marcó 1.090 goles. Obtuvo seis veces el título brasileño, cuatro veces el Torneo Río-Sao paulo, 10 veces el Torneo Paulista, dos veces la Copa Libertadores, dos veces la Copa Intercontinental y una vez la supercopa de campeones Intercontinentales.
Por eso no es extraño que el equipo carioca que concentra sus hinchas en la zona norte de Río de janeiro haya anunciado que el velorio del Rey Pelé será en su estadio Vila Belmiro.
De acuerdo con el itinerario trazado para lo que de seguro será una despedida multitudinaria, su cuerpo será durante el fin de semana desde Sao Paulo hasta Río de Janeiro.
Luego tendrá lugar el velorio que durará 24 horas, entre las 10 de la mañana del lunes y las 10 de la mañana del martes, día en que se desarrollarán sus funerales.
Ese martes 3 de enero el cortejo recorrerá las calles de la ciudad portuaria de Santos y pasará por la zona de Canal 6, donde vive la madre de Pelé, Celeste, quien tiene 100 años.
Finalmente la caravana llegará al cementerio Memorial Necrópolis Ecuménica, donde los restos del astro serán sepultados en una ceremonia familiar íntima.
Coincidencia política
La muerte de Pelé, tricampeón del mundo, se produjo solo tres días antes de que asuma por tercera vez como presidente de Brasil Luiz Inacio Lula da Silva, el domingo 1 de enero, con presencia de gran cantidad de jefes de estado, entre ellos el Mandatario chileno, Gabriel Boric.
Y su despedida será dos días después de un cambio de mando lleno de polémicas y tensiones.
Pese a ello el futuro presidente tuvo un momento para recordar al exfutbolista destacando que "tuve el privilegio que los brasileños más jóvenes no tuvieron: vi jugar a Pelé en vivo. Pocos brasileños llevaron el nombre de nuestro país tan lejos como él. Habitantes de todos los continentes supieron pronunciar la palabra mágica: Pelé".