Marruecos, el orgullo africano que frenó a CR7 y se inscribió en la historia
CUARTOS DE FINAL. "Los Leones del Atlas" derrotaron 1-0 a Portugal y se metieron en las semifinales del Mundial. El crack luso se retiró desconsolado a camarines.
Redacción
Nunca fueron más elocuentes las dos caras de la moneda. Mientras la euforia y alegría de Marruecos se tomaba la cancha del estadio Al Thumama, la desolación de los portugueses, con Cristiano Ronaldo a la cabeza, era estremecedora.
Y es que en esos contrastes que solo la Copa del Mundo puede dar, en el que ambos equipos coquetean con la historia a lo largo del partido pero solo uno se puede imponer, el cuadro africano continuó su cuento de hadas al derrotar 1-0 a los europeos y meterse en las semifinales del Mundial.
Una nueva sorpresa protagonizada por Marruecos, que chocó de frente con el sueño de CR7 y una selección portuguesa llena de estrellas, pero que no pudieron con el orden y la voracidad de los "Leones del Atlas", que se convirtieron en el primer equipo africano en alcanzar esta instancia en la historia de los Mundiales.
Inexpugnables
Marruecos se metió en los cuartos de final tras una trayectoria brillante. En el inicio del torneo empató a cero contra Croacia, también semifinalista, ganó 2-0 a Bélgica, tercera el pasado Mundial, y derrotó 2-1 a Canadá, partido en el que sufrió el único tanto que ha permitido: un autogol. En octavos secó a España, a la que liquidó en penales gracias a la inspiración del arquero Yassine Bono.
Portugal, por su parte, tampoco lo venía haciendo mal. Arrancó con un triunfo 3-2 contra Ghana, en el que Ronaldo se transformó en el único jugador en anotar en cinco Mundiales consecutivos, luego venció 2-0 a Portugal y, con el primer objetivo ya cumplido, cayó 2-1 ante Corea del Sur.
En octavos sacó chapa de candidato al anotarle seis tantos a Suiza, con la novedad de Cristiano en el banco de suplentes, lo que permitió el lucimiento del joven Goncalo Ramos.
Con esa exhibición ofensiva en mente, Fernando Santos quiso repetir la fórmula y nuevamente dejó de suplente al crack y referente, venido a menos en los últimos meses por protagonizar enfrentamientos y polémicas con su club y con la prensa, pero con el sueño intacto.
Sin embargo, se estrellaron de frente con la muralla marroquí. El equipo de Walid Regragui, de marcado carácter defensivo, tiene la particularidad y fortaleza de que no sufre sin la pelota. El rival domina pero Marruecos no se desespera y, en las pocas oportunidades que Bono se ve obligado a intervenir, responde con brillantez.
Esto va desgastando y sacando de quicio a los rivales. Lo sufrió España y en octavos y ayer también lo hizo Portugal. Las caras de frustración eran evidentes en los lusos, que no encontraban la fórmula para hacer daño a la "cenicienta" del Mundial.
Al otro lado, con poco hace mucho. Al cierre del primer tiempo, Youssef En-Nesyri aprovechó un grosero error del arquero portugués para abrir el marcador, con lo que se reforzó el libreto.
Ni la entrada de Cristiano en el segundo tiempo inclinó definitivamente el trámite del partido para Portugal. .
El pitazo final dio inicio a las escenas más conmovedoras. Por un lado los marroquíes celebrando su histórica hazaña, transformándose en el orgullo y la esperanza de África.
Por el otro, la desazón de Portugal personificada en Cristiano Ronaldo, quien totalmente desconsolado se fue a camarines a masticar la derrota y el fin de un sueño.