Alborán se deshace de "prejuicios musicales" en su nuevo disco
MÚSICA. "El autotune puede gustar muchísimo", dice el cantante español.
El cantante español Pablo Alborán baila más que nunca en "La cuarta hoja", un disco optimista de la mano de muchos colaboradores muy jóvenes como Aitana, María Becerra o Ana Mena, con los que aprendió a desprenderse de "prejuicios musicales" y a entender que "grabar con 'autotune' puede gustar muchísimo".
"La manera de escribir y consumir música cambió a una velocidad brutal durante la pandemia. Entonces me limité a ser un observador para ver qué estaba pasando, porque yo estoy acostumbrado a hacer proyectos y discos. Cuando volví a escribir, entendí sus cosas buenas, como trabajar con artistas que no tienen nada que ver contigo y que no tener prejuicios es fundamental para aprender", explica a Efe.
Alborán orquestó así un disco con arreglos y hechuras más contemporáneos respecto a sus baladas más clásicas y que es optimista desde su título, una cuarta hoja del trébol que representa "la búsqueda de una actitud frente a lo que te depare el día a día, que es ver lo positivo en nuestras vidas y disfrutarlo".
"La pandemia a mí me cambió todo, aunque también ha salido así porque pude hacer una gira y prepararme para ella como nunca, volviendo a confiar en mí y en la música", cuenta sobre un álbum que tejió en los escasos momentos muertos de su extensa gira que finalizó hace unos días.
El viernes Alborán publicó "La cuarta hoja" (Warner Music), su sexto trabajo de estudio, uno de los más breves de su carrera (11 temas) y, sin duda, el más abierto a la colaboración "obedeciendo a impulsos".
"A Carín León le escribía por Instagram desde hacía tiempo y no me contestaba, porque llevaba tiempo queriendo hacer algo de regional mexicano. De repente, tras un concierto, vi que subió un 'story' entre el público y volví a mandarla un mensaje", comenta sobre el origen de "Viaje a ningún lado", una canción que "por la métrica, el ritmo y la cadencia", le pedía ranchera.